El sector del mueble deberá especializarse y promover alianzas para competir en la zona euro

La implantación del euro como moneda única europea provocará la desaparición de aquellas empresas del mueble que no sean capaces de especializar su producción y modificar estrategias empresariales. El sector también deberá potenciar la inversión en I+D y fomentar las alianzas empresariales para incrementar la competitividad frente a sus principales rivales europeos. Estas son las principales conclusiones de un estudio de la Confederación Española de Empresarios de la Madera. El sector en la Comunidad cuenta con 4.500 pymes y emplea a 45.000 trabajadores.

El pequeño tamaño de la mayor parte de las empresas del mueble es una dificultad más que tendrá que superar el sector con la implantación de la moneda única, ya que supone un escollo para su competitividad. Por eso, el estudio de la Confederación Española de Empresarios de la Madera (Confemadera) concluye que el sector "deberá modificar sus estrategias empresariales", y fomentar la cooperación para lograr ser competitivo. La concentración industrial y la ubicación del sector en clusters (conglomerados de empresas que se unen mediante relaciones verticales y horizontales) son "la vía fundamental" para conseguir este objetivo. El informe refleja que la subcontratación "será la herramienta de desarrollo de la competitividad" para este sector. Estas recomendaciones son de especial relevancia para la industria valenciana del mueble y madera, que genera el 22% del empleo del sector en España y representa el 23% de la cifra total de negocio, con una producción superior al 25% del total nacional. El sector cuenta con 38.000 empresas en España, ocupa a 225.000 personas y genera el 3% del Producto Interior Bruto.

La investigación aconseja a la empresa española seguir el modelo de sus principales competidores, Italia y Francia, países líderes en el mercado internacional del mueble, junto con Alemania, que ya están actuando para posicionarse en el futuro mercado de la zona euro. El mercado italiano del mueble es el ejemplo más claro a seguir ya que, según apunta el secretario general de Confemadera, Francesc Pons, se caracteriza por unidades de producción muy pequeñas y con una industria auxiliar muy preparada y especializada. Alemania y Francia, por su parte, han iniciado un proceso de alianzas estratégicas en países como Polonia, la República Checa, Túnez o China, con menores costes laborales y donde la materia prima está más próxima.

El informe recuerda que una pérdida de competitividad, tras la implantación de la moneda única, no se podrá solucionar "nunca más" por una devaluación por parte del Banco Central de España, por lo que la única válvula reguladora será la flexibilización del mercado laboral y la reducción de los costes salariales. El estudio también incide en que la utilización de la moneda única supondrá un ahorro en las comisiones bancarias por cambio de divisas, una consolidación y ampliación de los mercados europeos, la transparencia en precios, y una deslocalización y concentración industrial.

Otra asignatura pendiente de la industria valenciana del mueble es la inversión en I+D, un campo en el que, según Pons, se están realizando esfuerzos pero que aún son "insuficientes". Francesc Pons apuesta por la capacidad de riesgo y la creatividad del empresario valenciano e insiste en la necesidad de formar jóvenes. En la actualidad, explica, las empresas del mueble tienen problemas para encontrar mano de obra cualificada e incluso se están produciendo "fichajes" de trabajadores entre empresas. Confemadera advierte del importante papel que jugarán en el futuro los países del centro de Europa, cuando entren en la Unión Europea, ya que en los últimos años las exportaciones comunitarias de muebles han crecido un 63% y suponen un 15% de las ventas extracomunitarias. Este es un campo importante para la industria valenciana, que destina el 19% de su producción a exportaciones, y cuya cuota de ventas al extranjero representa el 30% del total nacional. Pons recuerda que el sector espera incrementar sus exportaciones al 25% de la producción total y aunque el que el 70% de las ventas van dirigidas a la Unión Europea, apuesta por potenciar las exportaciones en países como Rusia, Sudamérica y Estados Unidos.