Tarancón anuncia el rechazo técnico al plan de El Cabanyal, pero reafirma su opinión favorable

El consejero de Cultura, Manuel Tarancón, afirmó ayer que el expediente del Ayuntamiento de Valencia remitido a su departamento "no justifica hasta el momento" la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez hasta el mar a través de El Cabanyal, por cuanto los planes municipales no "mejoran" un conjunto urbano declarado Bien de Interés Cultural (BIC), único requisito que establece la Ley de Patrimonio para intervenir en una zona así protegida. No obstante, Tarancón se reafirmó en su opinión "personal" favorable a un proyecto que contó con su aprobación cuando era concejal.

"Mi posición personal es favorable a la prolongación, pero la posición del consejero de Cultura no puede ser subjetiva, que vaya más allá de la Ley de Patrimonio o que se enfrente a la propia ley", señaló Tarancón, inmediatamente después de confirmar el informe negativo de los técnicos de la dirección general de Patrimonio Artístico. En la documentación aportada por el Consistorio "no figura ningún posicionamiento favorable a que la actuación mejora el conjunto de El Cabanyal, pero el Ayuntamiento dispone hasta el próximo 3 de octubre para presentarla", añadió, en alusión al término del plazo de entrega del informe que están elaborando técnicos en la dirección general de Patrimonio Artístico.El consejero reconoció que sí existen aportaciones en este sentido por parte de la Plataforma Salvem El Cabanyal-Canyamelar. De hecho, destacó los "informes de un profesor de Arquitectura de la Universidad de Alicante y de la Facultad de Derecho [de Valencia] que concluyen que la actuación propuesta por el Ayuntamiento no sólo no mejora el bien, sino que actúa en forma negativa sobre el conjunto".

Momentos antes de entrar a la reunión del patronato del Museo de Bellas Artes y acompañado por la directora general de Promoción Cultural y Patrimonio Artístico, Consuelo Ciscar, quien no hizo ninguna declaración sobre la cuestión, Tarancón pidió "serenidad y tranquilidad" e insistió en que el Ayuntamiento, también gobernado por el PP, tiene aún tiempo para añadir la documentación acreditiva.

En los ochenta, las posturas contrarias sobre el solar de Jesuitas entre los entonces consejero de Obras Públicas, Rafael Blasco, y el alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, ambos del PSPV, supusieron la dimisión de éste.