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Barcelona hierve con la 'nueva economía'

Cataluña se ha convertido en un polo de atracción de empresas tecnológicas extranjeras y lucha por ser un Silicon Valley europeo

La ley de la percepción

Salvador Porté, un joven de conversación dicharachera nacido en La Seu d'Urgell (Lleida) hace 30 años, trabajaba en la construcción. Pero eso era antes de 1997. Ahora es uno de los gurus de Internet, y su mente visionaria se ha vaciado ante los selectos oídos del World Economic Forum. Su empresa, Latin Red, fue comprada hace un año por el portal Starmedia en una operación que lleva con sigilo, cifrada por la prensa digital en 1.000 millones de pesetas. Hoy, aventaja en tráfico a Terra-Lycos en Latinoamérica, con 2.700 millones de páginas vistas, y sufre los picos bursátiles de toda empresa de Internet.Latin Red es una de las burbujas cibernéticas que hierven, entre veleros y patinadores ocasionales con indumentaria californiana, en el revitalizado frente marítimo de Barcelona, que publicaciones de renombre como Business Week o The Wall Street Journal han rescatado estos meses como uno de los focos de la vieja Europa con aspiraciones de acaparar un nuevo Silicon Valley.

Llega Terra-Lycos

Empresarios, directivos, académicos y autoridades coinciden en la "nueva y gran oportunidad" económica y de proyección internacional que la nueva economía sirve en bandeja a la ciudad; algo menos, en las asignaturas pendientes para no perder el tren. "El enorme potencial de Barcelona no está en fabricar chips, ordenadores o móviles, sino en el desarrollo de software de aplicaciones y servicios", puntualiza Josep Maria Piqué, director del Parque de Innovación Tecnológica y Empresarial La Salle, de la Universidad Ramon Llull.

Sobre Barcelona pende una de las leyes de la nueva economía: las cosas ocurren en función de las expectativas que se generan de que algo va a ocurrir. Y si la percepción importa, "Europa percibe Barcelona como un motor de innovación", asegura Miguel Montes, director general de Deutsche Bank Servicios de Consultoría Informática (DBSCI).¿Es sólo una percepción? La entidad bancaria alemana ha plantado en Sant Cugat (Barcelona) su filial tecnológica. La sueca Ericsson gestiona desde Barcelona Ericsson Innova. Su rival finlandesa Nokia ha abierto en las afueras de la ciudad su tercer centro europeo para el desarrollo de aplicaciones de telefonía móvil, pese a que Madrid tiene bien amarradas las operadoras de móviles. Citibank ha levantado el telón a su núcleo paneuropeo de atención telefónica, y Agilent Technologies, su centro europeo de servicio al cliente. Las operaciones para toda Europa de Parfumsnet.com, la empresa de venta de perfumes on line participada por el BSCH, se centralizan en Barcelona. Sony ha elegido Cataluña para sus centros de I + D y de distribución para el flanco sur de Europa, y la sede europea del conocido portal de viajes eDreams ha caído en el edificio World Trade Center, ocupado en un 65% por empresas.com.

"El interés de las empresas en situar aquí sus sedes tecnológicas europeas prueba que estamos entre las ciudades punteras", declara Jordi Berenguer, número dos de la Secretaría para la Sociedad de la Información, de la Generalitat. En esta apuesta, se sigue con lupa cada movimiento de Telefónica. Zeleris, el portal en comercio electrónico y en logística por Internet de la operadora, quiere, como otras 40 empresas, instalarse en el barrio del Poblenou, una zona antes reservada a usos industriales y que el Ayuntamiento proyecta refundar en una gran tecnópolis. "Hace un año que oímos hablar del 22@BCN. Si pasa mucho tiempo, será tarde", advierte Porté.

Y luego, está, claro, Terra-Lycos, el espaldarazo a la reputación de Barcelona. El nuevo presidente de la compañía, Joaquín Agut, ha confirmado su ubicación en Barcelona, pactada con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, por el ex presidente de Telefónica Juan Villalonga. Terra puede ayudar a quitar la espina de Retevisión, cuyo negocio de móviles e Internet ya nació en Madrid. "Habernos quedado sólo con Retevisión fija ha hecho daño. Da idea de que parte del caldo de cultivo de las nuevas tecnologías se escapa", lamenta Lluís Font, director en Barcelona de AGM Global Market, filial de Internet de Aguas de Barcelona."La cuestión no es dónde pone la empresa los ordenadores, sino dónde están los cerebros, quiénes, y desde dónde, ponen los contenidos", matiza el triunfalismo Josep Valor, profesor de Sistemas de Información de Iese.

Pero el éxito no se mide sólo por las sedes. Pesa también la base de profesionales preparados, algo que las empresas subrayan como una ventaja para Barcelona, dada la reputación de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y de sus escuelas de negocios (Iese y Esade).

Por el contrario, es unánime la opinión de que las infraestructuras de telecomunicaciones sólo ahora empiezan a estar a la altura. "Es necesario cablear toda la ciudad y toda Cataluña deprisa para tener un acceso rapidísimo a Internet", apremia desde Parfumsnet Patrick Ribaut.

Barcelona muestra por doquier sus tripas por el despliegue del cable. El operador Menta tiene el compromiso de culminar su despliegue de cable de fibra óptica, que requiere 150.000 millones de pesetas de inversión, en el año 2004. Tiene que cubrir un 70% del territorio catalán, y el consorcio de ayuntamientos Localret ha constatado recientemente que "el despliegue ha adquirido mayor ritmo estos meses, aunque lleva retraso".

La Generalitat cifró el año pasado en 1,2 billones las inversiones públicas y privadas necesarias en cuatro años para no perder el tren. Por parte pública, su principal apuesta ha sido la conexión a Internet de las escuelas, con una inversión de 10.000 millones. Pero Cataluña sólo representa el 7,5% del capital riesgo que se invierte en España en la nueva economía.

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