"Decir 'no' por sistema, es decir 'no' al futuro de la Universidad"

Pregunta. ¿Confía en resucitar el Medpark?Respuesta. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para emprender todas aquellas iniciativas que puedan conducir a culminar este proyecto que ha contado con el entusiasmo y la dedicación de toda la comunidad universitaria. Puede que, finalmente, podamos convencer a la Administración. Y, ahí, siempre estaré a su disposición para explicarle las bondades del Medpark: por un lado, que no gastará más fondos que los comprometidos y que es una oportunidad única para que Alicante entre en el mundo de las nuevas tecnologías y del medio ambiente. También haremos lo posible para explicárselo a la opinión pública y trataremos de entusiasmar e ilusionar al Gobierno.

P. ¿Qué error se ha cometido?

R. Nadie nos lo dice. Aseguran que los trámites están mal hechos pero nadie nos los corrige. Primero fuimos al Ayuntamiento. Allí se nos dijo que teníamos que esperar dos o tres años y se nos indicó que era competencia de la Consejería de Obras Públicas, que siempre fue muy receptiva. Hubo reuniones con los técnicos y con el propio consejero y en marzo reiteramos la excelente predisposición que tenían respecto al proyecto. Ante una situación como ésta, esperábamos que el informe sería positivo. Pero cual fue la sorpresa, cuando nos remitieron a la Consejería de Educación para que lo aprobara, y anularon todos los trámites. Desconocemos qué hemos hecho mal. Esperamos que nuestra resistencia sirva para que la Administración clarifique qué hay que hacer.

P. A ojos vista, ¿cree que pecaron de ingenuos cuando la Administración les pidió en plena campaña electoral que no presentaran públicamente el proyecto?

R. No sé si fuimos ingenuos, pero no teníamos más remedio que creérnoslo. Hubiera sido un error politizar el Medpark porque ahora tendrían una carta de cara para que el proyecto no saliera. La única posibilidad que tiene la Universidad es trabajar para demostrar que la idea es muy sólida y que no teníamos más remedio que acatar la recomendación y no sacar el Medpark en plena campaña electoral.

P. ¿Hasta qué punto no hay fisuras entre la comunidad universitaria respecto al proyecto? ¿Lo comparte todo el mundo?

R. Gran parte sí. Como en cualquier idea pueden surgir disconformidades, pero estamos dispuestos a cualquier cambio que la comunidad universitaria quiera. No hay problema. El proyecto siempre se ha planteado flexible, está diseñado en términos generales. Decir 'no' por sistema al Medpark, es decir que 'no' al futuro de la Universidad. No tiene sentido.

P. Parece que la Generalitat prefiere hacer del Medpark un parque tecnológico, ¿estaría usted dispuesto?

R. Estamos dispuestos a hablarlo todo, y no sólo con la Administración, también con los empresarios, sindicatos y con toda la sociedad. Pero, de momento, no hemos recibido ninguna propuesta en ese sentido. También es verdad que la Universidad ha avanzado mucho en este tema y no es cuestión de cambiar por cambiar: cualquier modificación debería estar justificada. Si apostamos por un parque científico es porque los tecnológicos son difíciles de llevar a cabo y no funcionan, a no ser que la Administración invierta gran cantidad de recursos. La idea de parque científico permite que el proyecto salga adelante con los recursos asignados a las universidades, tienen menos coste y se afincan en el capital humano y en el potencial tecnológico y científico universitario propio. No es un juego de palabras. Siempre que se planteen mejoras, estamos abiertos.

P. ¿El equipo rectoral está tranquilo ante los informes de Educación para detectar si se ha incurrido en delito?

R. Siempre hemos estado muy tranquilos. No digo que no podamos equivocarnos, pero cuento con un equipo excelente y es difícil que se equivoque.

P. En este conflicto, ¿se ha visto afectada la autonomía universitaria?

R. La autonomía universitaria hay que entenderla en toda su extensión, en sentido muy amplio como en los países más avanzados, donde hay excelentes universidades porque se les concede una autonomía extraordinaria. Creo que ése es el punto de partida que evitaría malos entendidos. Es totalmente contradictorio que una universidad pueda promover un parque arqueológico o iniciativas en el extranjero y que no pueda promover un parque científico. Podría aceptar, incluso, que nos hubiéramos equivocado en los procedimientos. Lo lógico sería entonces que, si hay voluntad política para apoyar un proyecto que corresponde al estricto ámbito delimitado por la autonomía universitaria, la Administración colaborara y nos dijera cómo se hacen las cosas.

P. ¿Quién tiene la pelota ahora?

R. Estamos frente al hecho de que el Ayuntamiento, COPUT y Educación, por separado, se declaran incompetentes, lo que genera una gran incertidumbre. Espero que, de forma conjunta o separada, nos digan quién es competente para tramitar un plan especial de ampliación del campus para sacar adelante el parque científico.