Los investigadores confirman la hipótesis del reventón en el accidente del Concorde

Cinco semanas después del accidente del Concorde de Air France que se estrelló a las afueras de París, la Oficina de Investigación de Accidentes (BEA, en sus siglas francesas) entregó ayer un primer resumen de lo ocurrido. Este informe confirma que el estallido de una rueda fue el origen del siniestro aunque sin explicar la reacción en cadena que hizo caer a tierra el aparato y acabó con la vida de 113 personas. Según la BEA, ese 25 de julio el avión rodó sobre una pieza metálica que le era ajena y que provocó el estallido del neumático delantero derecho del tren de aterrizaje principal izquierdo.

El estallido de la rueda se produjo a una velocidad que hacía imposible abortar el despegue en el aeropuerto parisino de Roissy-Charles de Gaulle. A partir de ahí, abundan las incertidumbres. Así, sobre el origen de esta pieza metálica, de aproximadamente 43 centímetros de larga y agujereada, la BEA se mantiene muy prudente. Aunque admite que tiene remaches utilizados en aeronáutica y por una de las caras está recubierta de un material empleado en los aviones, el informe se guarda muy bien de escribir que procedía de otro aparato.

"Pensamos que es así, pero hacen falta análisis adicionales para estar seguros", indican los investigadores de la BEA, antes de precisar que la investigación sigue abierta y que algunos puntos pueden evolucionar. Los investigadores reafirman que fue la destrucción del neumático lo que provocó "directa o indirectamente diversos daños en la estructura y los sistemas del avión provocando que se estrellara menos de un minuto y treinta segundos después de que estallara la rueda". Se han encontrado grandes trozos de goma en la pista, uno de los cuales pesaba más de cuatro kilos. Pero la reacción en cadena que, a partir del reventón, condujo a que el avión se estrellara, sigue sin esclarecerse. "No sabemos aún si los trozos de neumáticos perforaron los depósitos o entraron en los motores. La reconstrucción del avión deberá permitir averiguarlo", explica la BEA. Los expertos judiciales encargados de establecer las responsabilidades del accidente, los de la BEA y los de los constructores trabajan sobre los motores y la reconstitución de las piezas de los trenes de aterrizaje y del ala izquierda. Este proceso, muy difícil porque numerosas piezas se fundieron, llevará varios meses.

El informe completo está en www.elpais.es