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Santa Pola restaura y abre al público un gruta con pinturas rupestres

El Ayuntamiento de Santa Pola ha decidido abrir al público la Cueva de las Arañas del Carabasí, una pequeña gruta que alberga la pintura rupestre de un caballo datada hace 5.000 años, para salvarla del deterioro y los constantes expolios. La gruta, declarada por la Unesco patrimonio de la humanidad en 1998, será restaurada con fondos municipales porque la Consejería de Cultura ha denegado las subvenciones solicitadas hasta la fecha.

El plan de actuación, tres campañas arqueológicas que se iniciarán en breves meses, prevé la excavación de la gruta y el acondicionamiento del entorno, un cortado en la sierra frente al mar, para ofrecer un complemento a la oferta turística de sol y playa de la localidad.Pese a su inclusión en la lista de patrimonio de la humanidad, en 1998, dentro de la declaración de la Unesco al Arte rupestre del Arco Mediterráneo, la cueva no ha merecido una especial sensibilidad de la Consejería de Educación y Cultura, que ha denegado las subvenciones. El pasado mes de junio, la dirección general de Patrimonio rechazó por "insuficiencia presupuestaria" ofrecer al Ayuntamiento una línea de ayudas para la realización de actuaciones arqueológicas.

El problema, según explicó el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Santa Pola, Tomás Baile, "es que nunca se ha realizado actuación alguna para frenar su deterioro". La propuesta, que de momento será financiada íntegramente con fondos municipales, "es la solución para salvar la cueva", explicó el edil.

La única imagen que se conoce en la cueva es la de un caballo, aunque algunos expertos no descartan la aparición de más pinturas tras la realización de un estudio pormenorizado de las cavidades y la limpieza de las paredes. Pese a que no se ha realizado ninguna excavación arqueológica en profundidad, (sólo actuaciones clandestinas que han degradado notablemente el área) en la gruta han aparecido, entre otros hallazgos, materiales arqueológicos como una vasija de cerámica, tintada con la misma pasta roja que con la que se trazó el caballo. El catedrático de prehistoria de la Universidad de Alicante, Mauro Hernández, considera "lamentable" el estado en el que se encuentra la gruta.

En la propuesta de actuación para la zona, el catedrático explica que en la actualidad "toda la pared se encuentra cubierta por gruesas capas de barro que hacen imposible la visión de la pintura". El arqueólogo municipal de Elche, Rafael Ramos, dató la cueva en varias publicaciones especializadas entre el Neolítico final y el Eneolítico, (unos 5.000 años de antigüedad). Según los expertos, "podría resultar paralela en el tiempo al estilo levantino y emparentada con otras pinturas que son consecuencia de un fenómeno cultural que se produce también en otras zonas del área mediterránea occidental".

La propuesta incide en la realización de una limpieza y regulación de los perfiles dejados por las actuaciones clandestinas para iniciar una excavación. Así como la "prospección exhaustiva" de toda la sierra para localizar las abundantes cuevas y grietas que existen en las paredes de los barrancos. El hallazgo, junto a la gruta, de un yacimiento de cochas fósiles entre las que también han aparecido puntas de sílex, amplía los atractivos que esconde la cueva.

El proyecto quiere hacer una "puesta en valor" del yacimiento arqueológico, desconocido para la gran mayoría de los ciudadanos. Para ello, se elaborarán senderos pedagógicos a través de los que incidir, junto a los aspectos puramente arqueológicos, en caracteres etnográficos (en las cercanías hay un aljibe), o naturales, ya que es una de las pocas zonas de la costa mediterránea que, por el momento, permanece a salvo de las construcciones.

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