El bonitero apresado en Francia queda en libertad tras pagar 200.000 pesetas de fianza

El bonitero de Hondarribia Gure Amuitz, apresado el martes cuando pescaba en aguas jurisdiccionales francesas, quedó ayer en libertad tras pagar una fianza de 8.000 francos (200.000 pesetas) cuando las autoridades marítimas del país vecina solicitaban inicialmente una cifra cercana al millón de pesetas (6.100 euros).Tras celebrarse ayer mismo una vista en el Tribunal de Estancia de La Rochelle, donde comparecieron la Capitanía Marítima francesa, el patrón del barco y su defensa, el Gure Amuitz zarpó para seguir adelante con la pesca de cebo vivo con redes de cerco. El tribunal ha fijado para el 30 de octubre la fecha del juicio, en el que se analizará la infracción cometida por el atunero, según informó ayer la Federación vasca de Cofradías, entidad que ha desembolsado las 200.000 pesetas de fianza impuesta al Gure Amuitz.

El atunero vasco fue apresado por la patrullera francesa Gabian cerca de Burdeos (suroeste de Francia) y desviado al puerto de La Rochelle por pescar a nueve millas de la costa, donde las leyes francesas prohíben faenar a los barcos extranjeros.

El presidente de la Federación vasca de Cofradías de Pescadores, Esteban Olaizola, aseguró que el Gure Amuitz se encontraba faenando en una "milla imaginaria" que hasta hace un año se encontraba "dentro de los límites permitidos por la Unión Europea". El barco ha sido matriculado recientemente dentro de la campaña de renovación de la flota pesquera vasca y era su salida a la campaña de bonito. Hasta su captura, en las bodegas llevaba pescados 60 kilos de cebo vivo que posteriormente utilizan los marineros para atrapar el bonito.