Tráfico de mujeres

He leído con mucho interés el artículo de Elena Valenciano Martínez-Orozco publicado el 23 de agosto sobre el tráfico de mujeres en la UE. Me parecen estupendas todas las medidas que propone el Parlamento Europeo para combatir la explotación de la mujer procendente de países subdesarrollados, pero me hago el siguiente razonamiento, extremadamente elemental: si hay tanta explotación y es tan lucrativa será porque hay una fuerte demanda, una fuerte demanda masculina, se entiende. ¿Y qué clase de hombre será el que es capaz de pagar por recibir los servicios sexuales de una mujer explotada? Son gente corriente, nuestro vecino, un compañero de trabajo, el ejecutivo con mujer e hijos.Parece que el morbo o el instinto sexual incontrolable les hace olvidar toda conciencia social. ¿Por qué no se incide directamente en el consumidor de prostitución? ¿Por qué no se genera una corriente de opinión que culpabilice a este tipo de hombres, como se ha hecho durante toda la vida con la prostituta? ¿De qué sirve hablar tanto de las víctimas y los mafiosos que las explotan y nunca se ataca al otro gran culpable y cómplice de la situación que es el consumidor o cliente?- Lidia Gil.