Cultura corrige a su delegado en Castellón por el destino de las palomas muertas

La directora general de Centros Docentes, Concha Gómez, salió anoche al paso de las polémicas declaraciones realizadas por la mañana por el delegado territorial de Cultura en Castellón, Francisco Baila, en las que aseguraba que las palomas sacrificadas en un programa experimental se destinarán al consumo humano en residencias de la tercera edad. No obstante, Baila había anunciado horas antes con profusión de detalles que las palomas sacrificadas serían cedidas "como alimento a los centros de la tercera edad que lo deseen". Y añadió que, en caso de que las peticiones no superaran el volumen de palomas que se quiere sacrificar, éstas se podrían repartir "entre los vecinos que lo solicitaran", "en una mesa ubicada en un lugar público".Gómez rechazó este extremo y aseguró que las declaraciones de Baila "son una opinión desafortunada y personal que la Administración no hace suya". El anuncio provocó ayer la indignación en el grupo municipal socialista que, en boca de su portavoz, Miguel Alcalde, criticó la medida con dureza. Alcalde apuntó que en otras ciudades el método consiste en utilizar simuladores de aves rapaces con el objeto de impedir que las palomas se asienten en lugares tan concretos.

La directora general aseguró que se estudiará la solución "para dar una salida biológicamente controlada" y aseguró que "la Administración será muy cuidadosa con el trato a las palomas".