_
_
_
_

Pederastas españoles invaden la Red

Las denuncias de pornografía infantil en Internet baten todos los récords este año

Francisco Peregil

Cambiar de casa

Más información
Los escondites del traficante de pornografía infantil

Las sórdidas salas de billar, la última fila del cine, los suburbios del pueblo al caer la noche... todo ese aire de marginalidad con que se asocia al que abusa de los niños se está viendo transformado por Internet. En los rincones del ciberespacio los pederastas no sólo han encontrado un medio para intercambiarse material y organizar viajes, sino un lugar donde recibir apoyo, evitar remordimientos y asumir su condición de boylovers (que es como ellos se denominan), amantes de angels (niños en el argot), michelles (niñas) y littlevirgins (pequeños/as vírgenes).En menos de dos años la Red se ha visto plagada de textos como éste: "Queridos amigos: Esta última semana ha sido muy especial para mí. Todo ha sido por encontrar esta lista en donde puedo expresar mis sentimientos a gente que me comprende. Mantener contacto con otros boylovers (de hecho no conocía este término), ha supuesto un punto de inflexión en mi vida". Acto seguido da rienda suelta al desahogo: "Veo que la gente va juntándose en parejas, forman familias que yo no podré formar, que voy cumpliendo años, y a pesar de tener sólo 25, soy consciente de que a medida que el tiempo pasa cada vez cuesta más trabajo entablar amistad con los niños".

Fuentes de la asociación Pro Derechos del Niño y la Niña (PRODENI) estiman que existen al menos siete chats o salones de discusión en los que hoy mismo a cualquier hora del día los pederastas de la comunidad hispana dialogan en tiempo real. Según esta asociación, existen decenas de suscripciones en Internet donde los pederastas intercambian información mediante correo electrónico. "Una de estas listas se formó hace pocos meses y al día siguiente ya tenía dos mil miembros inscritos", señala Francisco Vázquez, de PRODENI.

El Código Penal era muy indulgente en lo relativo a pornografía infantil hasta que entró en vigor en mayo del año pasado la ley Orgánica 11/1999. Con ella, la vista y tenencia de dichas imágenes infantiles, siempre que no se posean con ánimo de difundirlas, sigue siendo legal, pero se castiga con penas de seis meses a un año al que venda, difunda o exhiba material pornográfico. Con esta nueva arma jurídica, los agentes esperan incrementar el número de pederastas que se encuentran entre los 851 presos condenados por delitos sexuales.

Valiéndose de la citada ley, la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía ha practicado en menos de 15 meses diez operaciones en las que se ha incautado un total de más de 300.000 imágenes y vídeos en distintos soportes; ha detenido a diez hombres, de los que se mantienen cargos contra ocho y dos ingresaron en prisión incondicional; ha identificado a 25 pedófilos que presumiblemente traficaron con este tipo de material; ha remitido alrededor de 200 informes a cuerpos policiales extranjeros y ha identificado a 3 niños (en la actualidad adultos) que fueron filmados mientras eran inducidos a practicar sexo por uno de los detenidos.

Así pues, no es la palabra, no son los listados de Internet los que llevan al pederasta a la cárcel, sino el tráfico de imágenes. En las listas de pederastas, en las suscripciones, no se trafica con imágenes. El camino para acceder a ellas cada vez es más tortuoso, restringido y secreto. Pero las autoridades cuentan con la colaboración constante de cientos de cibernautas. "No es que haya muchos más pederastas en la Red", señala un experto policial en pornografía infantil, "es que hay mayor conciencia entre los usuarios de que esto hay que combatirlo".

El cuartelillo cibernético www.guardiacivil.org. ha recibido en lo que va de año 200 denuncias de páginas pornográficas infantiles, cuatro veces más que el año anterior. Con ello, este delito ha superado en número de denuncias a los de fraude, intrusismo y copias ilegales y ha pasado en menos de dos años del último puesto al primero en las clasificaciones de los agentes. La policía, por su parte, recibe diez delaciones diarias en la dirección de correo electrónico denuncias.pornografia.infantil@policia.es.

"De esta niña he visto imágenes desde que tenía apenas tres o cuatro años. En las últimas que han llegado de ella es casi una mujer". El que habla es el experto en pornografía infantil de la Unidad de Delitos Tecnológicos de la Policía. A pesar de haber visto miles de imágenes semejantes, aún no termina de acostumbrarse a las de niñas llorando mientras las violan, bebés que practican felaciones... "Hasta hace poco circulaba el mismo material de hace diez años. Pero ahora están llegando fotos nuevas de niños estadounidenses y rusos. Los primeros parecen rodados en ambiente doméstico, y los segundos son sobre todo huérfanos", apostilla.

Los vídeos y fotografías son producidos en el extranjero, aunque este año, la Guardia Civil ha detenido a un pederasta en Sevilla que rodaba vídeos con niños de la ciudad y los difundía en la Red.

Al ser procesados, casi todos los pederastas españoles han decidido irse a vivir a otra provincia con algún familiar.En otras ocasiones, cuando los agentes han visitado sus casas para requisar el material, éstos suelen contarles a los vecinos que sólo se trataba de pirateo informático.

Ése fue el caso de un vecino de Rubí (Barcelona, 54.000 habitantes). Se paseó por su bario, bromeó con todo el mundo como si nada hubiera ocurrido hasta que se difundió la nota de prensa y, a pesar de que su identidad se protegía con iniciales, sus paisanos empezaron a sospechar la verdad.

El pederasta decidió suicidarse. Abrió la espita del gas, acercó la llama del mechero y la explosión derribó la pared de la cocina. En la actualidad se encuentra en un psiquiátrico.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_