Telefónica entra en el mercado alemán del móvil tras pagar 1,4 billones por una licencia

Tras 14 días y los bolsillos aligerados, todos consiguieron lo que querían. Los seis contendientes de la subasta de telefonía móvil multimedia en Alemania ya tienen una licencia cada uno para explotar en el mercado más grande de Europa (82 millones de habitantes) la tecnología UMTS, que permitirá al usuario de un teléfono móvil conectarse a Internet a velocidades ahora inimaginables. Para ello, las operadoras participantes en la subasta han tenido que poner sobre la mesa en conjunto 8,4 billones de pesetas, que se destinarán a aliviar la deuda del Estado alemán. El grupo liderado por Telefónica pagará 1,39 billones de pesetas por una licencia que permitirá a la operadora española entrar de lleno en el mercado alemán de la telefonía móvil.Hace dos días todo apuntaba a que al menos uno de los contrincantes -el nombre de Telefónica sonó mucho- se vería obligado a abandonar una subasta que se había convertido en una guerra de apuestas sin precedentes. El Gobierno alemán puso a la venta 12 paquetes de frecuencias. Para conseguir una licencia hacían falta por lo menos dos, pero se daba por descontado que los grandes de la telefonía móvil en Alemania -T-Mobil (filial de Deutsche Telekom) y Mannesmann (de la británica Vodafone)- expulsarían a uno de los contrincantes para repartirse sus dos bloques de frencuencias. Con tres paquestes cada uno, multiplicarían su potencia.

Al final, el grupo formado por Telefónica y la finlandesa Sonera (3G) demostró ser más tenaz de lo esperado y todos -Viag Interkom, Mobilcom (France Télécom), 3G, Mannesmann, E-Plus (con la holandesa KPN) y T-Mobil- se conformaron con dos bloques de frencuencias para frenar un ritmo de pujas que el lunes ya había superado la cifra récord de 6,5 billones de pesetas recogidos por el Reino Unido en abril pasado. British Telecom, presente en la subasta a través de Viag, ha decidido comprar otro 45% de esta operadora. La británica ya poseía un 45%.

Un récord mundial

"Han visto claramente que el coste económico que suponía excluir al sexto competidor no compensaba", afirma John Tysoe, analista de WestLB Panmure. Cada uno pagará entre 1,39 y 1, 4 billones de pesetas (ver gráfico). Aún así, Alemania ha batido la marca mundial de recaudación del filón de la telefonía móvil.El precio "es muy razonable", a juicio de Telefónica, que afirmó ayer que habría pagado más. En España, donde se concedieron en marzo cuatro licencias por 86.000 millones de pesetas, la operadora obtuvo una por 21.500 millones. En Alemania, su grupo ha pagado 1,39 billones, un 8% de su capitalización bursátil. La compañía, que consigue por primera vez colarse en otro país europeo, calcula que tendrá dos millones de usuarios alemanes en 2004.

El desenlace ha sido del gusto de otros competidores. "Los ganadores somos todos los que hemos obtenido una licencia", se felicitó Gerhard Schmidt, presidente de Mobilcom. Para ganar han pagado un precio "muy satisfactorio", a juicio de E-Plus, aunque "un poco caro", según Viag.

El presidente de Deutsche Telekom era el más enfadado. En la cadena de televisión ZDF, Ron Sommer acusó ayer a Telefónica y Sonera de haber distorsionado al alza la subasta alemana cuando en sus países las licencias de UMTS -concedidas a través de un concurso basado en promesas de inversión y no una subasta- fueron un "regalo". "Me preguntó si es justo que haya procedimientos tan diferentes en Europa", añadió. El grupo alemán no logró una de las licencias adjudicadas en España. "Hemos sido los primeros en decidir que había que poner fin a esto, que amenazaba en convertirse en un absurdo", añadió un portavoz de T-Mobil.

Mientras las operadoras asimilan la resaca de la puja -hoy queda pendiente una subasta más técnica que no alterará el mapa-, el Gobierno alemán hace cábalas sobre los beneficios que los 8,4 billones recaudados supondrán para su deuda pública (130 billones de pesetas). Aunque estos días ha aumentado la presión para el Ejecutivo de Gerhard Schröder destine parte del dinero a otros asuntos, como gasto social, infraestructuras o reducir los impuestos. Algunos länder ya le han pedido que comparta con ellos el filón del móvil. "El dinero se destinará, como estaba previsto, a reducir la deuda del Estado federal", afirmó ayer un portavoz gubernamental. El ministro de Finanzas, Hans Eichel, ha prometido que el dinero que se ahorre en el pago de los intereses de la deuda será reinvertido en infraestructuras.