Entierro de los seis niños colombianos confundidos con guerrilleros

Una creciente polémica, por la eventual responsabilidad del Ejército de Colombia en la tragedia, acompañó ayer al sepelio de los seis escolares campesinos que murieron el martes, en el noroeste del país, durante un supuesto combate de militares con rebeldes del Ejército de Liberación Nacional. Los niños fueron sepultados en el cementerio de Pueblorrico tras una misa que encabezó Augusto Aristizábal, obispo de Jericó, localidad vecina, a unos cien kilómetros al suroeste de Medellín. "El conflicto en Colombia nos lleva al peor de los extremos, que es el de segar la vida de quienes representan el futuro de la patria", lamentó el obispo pocas horas antes de la ceremonia colectiva, según informa la agencia Efe.Los seis niños formaban parte de una excursión compuesta por un grupo de 40 menores de una escuela rural, dos profesoras y seis padres de familia que había emprendido la marcha el martes por la mañana y que se vieron envueltos en una confusa operación. Hay versiones encontradas sobre quién disparó contra los pequeños, la mayoría de entre seis y 11 años. Todo parece apuntar a un error del Ejército.

Un portavoz militar aseguró anoche que murieron en un combate entre un grupo disidente del Ejército de Liberación Nacional y soldados. Testigos presenciales afirman que no había ataques en ese momento, que fue un error de los militares, quienes dispararon contra la fila de 30 escolares. Hay también cuatro heridos.

El comandante de la IV Brigada, general Eduardo Herrera, insiste en que fue un "hecho fortuito"y que el Ejército planeaba desde el sábado una operación en la zona ante la posibilidad de una toma guerrillera en Jericó, municipio vecino. El día de los hechos los soldados, prosigue, vieron a "11 bandidos" y en medio del combate cayeron los niños. "A nadie en Colombia le cabe en la cabeza que un grupo vea venir a unos niños y los soldados les disparen", dijo.