Los chóferes de los autobuses donostiarras exigen protección a la Ertzaintza ante la oleada de ataques

Exigen protección a la Ertzaintza porque no quieren morir. La plantilla de trabajadores de la Compañía Municipal del Tranvía de San Sebastián, que cubre el transporte urbano en la ciudad, exigió ayer al consejero vasco del Interior, Javier Balza, que proteja sus vidas y las de los pasajeros que usan sus vehículos. Seis autobuses han ardido en la capital guipuzcoana (20 en todo el País Vasco) desde que el pasado día 8 se inició la actual oleada de violencia callejera. Uno de los conductores tiene la nariz rota por los proetarras y otro está recibiendo tratamiento psicológico.

Los conductores tienen miedo real a morir quemados. En la madrugada de ayer, de nuevo uno de ellos fue sorprendido en el centro de San Sebastián por un grupo de encapuchados dispuestos a quemar el vehículo. Los simpatizantes de ETA prendieron fuego al autobús y al conductor le propinaron un puñetazo porque se detuvo un momento a recoger la recaudación. Tiene la nariz rota y terror a volver a padecer una situación similar, según afirma el presidente del comité de empresa de la compañía municipal, Manuel Chaves. "La situación es insostenible y esto va cada vez a más. No podemos continuar así", indicó. En San Sebastián, 217 hombres y mujeres forman la plantilla de conductores para una flotilla de 82 vehículos.Chaves justificó la petición a la Ertzaintza, sobre la que el Departamento vasco de Interior no se pronunció ayer, para evitar "la situación de desprotección total de los conductores" El alcalde donostiarra, el socialista Odón Elorza, no quiso entrar a analizar la propuesta y señaló que se tratará de garantizar que el servicio de transporte público "se desarrolle con normalidad". Elorza anunció que el servicio nocturno, que cubren cinco autobuses, se supenderá si vuelve a ser atacado otro vehículo.

"Es triste que tengamos que trabajar con la policía detrás, pero no podemos seguir desprotegidos", agregó Chaves. En 1997, cuando los conductores vivieron una situación de acoso parecida salieron a la calle para pedir mayor protección. En los puntos de mayor conflictividad se destacaron patrullas de la Ertzaintza.

La situación que padecen los conductores de San Sebastián es similar en Bilbao, donde el comité de empresa de TCSA, la firma concesionaria de las líneas municipales de autobús y de las principales de Vizcaya, criticó el acoso y el "trato vejatorio" que están padeciendo los trabajadores.

Mientras, Antonio Basagoiti, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Bilbao, anunció ayer que su grupo instará al Departamento de Interior a que tome las medidas necesarias para que la capital vizcaína "no se vuelva a convertir" durante sus fiestas, que empiezan el próximo sábado, "en lo que fue la semana pasada, cuando sus socios de Lizarra [en alusión a EH, socio del PNV en el pacto] jalearon a ETA con actos de apología del terrorismo", informa Loreto Setién.

Haika, el grupo surgido de la fusión de Jarrai y un colectivo juvenil radical francés, anunció ayer, tras la muerte de los cuatro etarras en Bilbao hace 10 días, que toma el camino de la lucha "en su sentido más amplio". El único modo de conseguir la victoria, afirma en un comunicado, es "la lucha diaria".