Un hombre mata a su ex novia a puñaladas en un piso de Madrid
El agresor también hirió de gravedad al compañero de la fallecida
Un hombre de 20 años mató ayer, en un piso de Madrid, a su ex novia, de 21, asestándole más de una decena de puñaladas. El supuesto homicida actuó presa de un ataque de celos, según informó la policía. El agresor también atacó e hirió de gravedad al compañero sentimental de la fallecida. Luego, tras una corta huida, llamó desde una cabina telefónica a la policía y se inculpó.
Llamó a la policía
La fallecida, R. B. G., de 21 años, fue a visitar a su actual compañero sentimental, Delio Jesús A. F., a un piso de alquiler, el bajo C, de la calle de Cartago, 14, en el distrito de San Blas. Delio apenas llevaba un par de meses viviendo ahí. Pagaba unas 60.000 pesetas mensuales. A las cinco de la tarde de ayer, cuando la pareja se encontraba en el salón de la vivienda, recibió una visita inesperada.Eugenio Álvarez R., de 20 años, ex compañero de la mujer, acudió al piso en busca de ella. Llamó a la puerta. Eugenio, alterado, comenzó a discutir con su ex novia en el pequeño salón de la vivienda. La insultó y, siempre según las primeras versiones policiales, comenzaron a pelearse.
El homicida zanjó supuestamente la trifulca a cuchilladas. Más de una decena las recibió la mujer. Su cadáver fue hallado por la policía sobre un sofá del salón, con los pantalones vaqueros puestos y la camiseta subida hasta las axilas. Tenía el torso desnudo y ensangrentado.
"Los brazos estaban llenos de cortes, supuestamente se los hicieron durante la pelea con su agresor, cuando ella intentaba defenderse de la lluvia de puñaladas", explicaron ayer fuentes policiales. La mujer murió instantes después de la pelea.
El compañero de la fallecida también se peleó con Eugenio. Recibió varias cuchilladas. En un momento de la trifulca logró zafarse del agresor y trató de escapar de la vivienda.
El hombre se escabulló por la ventana de la cocina, que tiene salida a un patio interior, común al bloque de viviendas y de unos nueve metros cuadrados. El presunto homicida le siguió, con el arma en la mano. Logró saltar por la misma ventana con la suficiente rapidez como para dar alcance a Delio Jesús.
Los dos hombres se enzarzaron en otra pelea. Eugenio asestó dos cuchilladas a Delio. El herido quedó tendido en el suelo, semidesnudo.
"Sufrió una puñalada en el hemitórax izquierdo y otra en la zona renal, su estado es grave", informó ayer un portavoz del Insalud. Fue trasladado en una ambulancia del Insalud al Hospital Ramón y Cajal, donde fue intervenido en urgencias.
El agresor huyó por otra vivienda. Accedió a ella desde el patio interior por una ventana. El piso estaba vacío. Sus propietarios estaban de vacaciones. Eugenio Álvarez accedió a la calle y huyó a pie del lugar, según la policía. Llevaba la ropa manchada y dejó a su paso un rastro de gotas de sangre.
No dejó de caminar hasta la calle del Balandro, en el distrito de Hortaleza, a un kilómetro del lugar del crimen aproximadamente. Eran las 17.30. Se detuvo ante una cabina de teléfonos y decidió llamar a la policía. "Tenía la voz alterada y se le notaba muy nervioso. Dijo que había cometido una agresión y que le había pegado muchas puñaladas a una chica", explicó ayer un portavoz policial.
Un coche patrulla se dirigió al domicilio donde se había registrado la agresión y otro a la cabina desde donde llamaba Eugenio. Le hallaron, presa de gran excitación, en los alrededores del teléfono público y le detuvieron. No quiso prestar declaración.
Los policías le trasladaron a la comisaría de San Blas y de allí a un centro de salud para atenderle de las heridas leves que se hizo durante la pelea. Luego fue llevado a la Brigada Provincial de Policía Judicial, para que el Grupo de Homicidios le tomará declaración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.