La fiesta llega desde el Sur
Muchos no habían visto una partitura de música en su vida y, por supuesto, desconocían la canción que hace estallar la fiesta en San Sebastián. Hoy podrán decir que se saben el Artillero... mejor que muchos vecinos de la capital, porque lo han ensayado con el director de la banda La Donostiarra, José Luis Ocón, y que han vivido el comienzo de la Semana Grande desde una atalaya privilegiada. La mayoría de los 41 niños saharauis que pasan su periodo estival con familias de San Sebastián se convertirán hoy en unos pregoneros de lujo de la explosión festiva que se iniciará con el tradicional cañonazo. No ofrecerán un recital de primera, como lo hizo la soprano Ainhoa Arteta en 1997, pero prometen dar similar carga emotiva al acto. Casi todo es nuevo para ellos. La inocencia infantil se multiplica en su caso porque salen de los campos de refugiados de Tinduf (Argelia) y se encuentran con un montaje colorista de fuegos de artificio en el cielo sobre la bahía de la Concha. Entonces es cuando se suceden las anécdotas. "Hace unos años llevamos a varios niños saharauis a ver el espectáculo pirotécnico", relata la madre de una de las familias de acogida. "Era impresionante ver todas sus emociones contradictorias; pavor, pánico, gritos y, a la vez, emoción. Justo cuando acabaron los fuegos comenzó a llover. Al día siguiente, regresamos y acabó el espectáculo y se pusieron a cantar: ¡lluvia, lluvia¡ Habían interpretado que así se reventaba el cielo y comenzaba a caer agua".
Escenas como éstas se suceden en cada espacio festivo en el que hay un niño saharaui. Conocen poco o nada de las tradiciones occidentales, se enfrentan a otra cultura y aprenden, aprenden mucho gracias al proyecto solidario que se puso en marcha en San Sebastián y en otros municipios de Guipúzcoa.
El Ayuntamiento, que habitualmente invita a figuras conocidas para inaugurar sus fiestas de Semana Grande, decidió que fuese este colectivo de niños quien se encargara del pregón como símbolo de homenaje al pueblo saharaui. Cada verano desde 1986 medio centenar de niños pasan dos meses de verano en San Sebastián. Los primeros años participaron en colonias, y luego, desde 1993, cinco años antes del hermanamiento de la ciudad con La Daira de Bojador, conviviendo con las familias donostiarras.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.