Reacción incomprensible

He seguido de cerca -con consternación- las noticias de los disturbios ocurridos en Lima el 28 de julio, con motivo de la investidura de Fujimori como presidente de Perú para un tercer mandato.Las noticias han informado sobre los diversos incendios producidos en la capital, en uno de los cuales, el del Banco de la Nación, perecieron seis vigilantes. Sin embargo, no se ha informado -y esto me consta por fuentes cercanas y fidedignas- que el Gobierno peruano ha hecho todo cuanto ha estado en su poder para contribuir con varios de los desmanes producidos y atribuir la autoría de los mismos al opositor, Alejandro Toledo, quien convocara para ese día la Marcha de los Cuatro Suyos.

Asimismo, la policía no intervino para ayudar a los numerosos heridos... Prueba de ello lo constituyen las declaraciones de un corresponsal que fue herido por un proyectil y tuvo que recurrir a otras personas para que le consiguieran una ambulancia, en vista de que los policías se mantenían impasibles.

He sabido que Clinton y los observadores internacionales, finalmente, han declinado llevar a cabo las acciones previstas para mostrar su disconformidad para con un régimen dictatorial. Y esto no deja de asombrarme: Fujimori se ha salido otra vez con la suya... Y me pregunto: ¿quiere la comunidad internacional que haya democracia en Perú? ¿O son más importantes los intereses económicos que países como los Estados Unidos de Norteamérica y España tienen invertidos allí?-