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El juez da dos meses para buscar pruebas contra Joaquín Martínez

Dudosa transcripción

La Fiscalía del Estado de Florida tiene dos meses para buscar pruebas y testigos si quiere acusar de nuevo al español Joaquín José Martínez de asesinato. A la vista de éstos, el tribunal determinará si se celebra un nuevo juicio y cuándo sería. Ayer, durante una vista preliminar ante el mismo juez que instruyó el primer proceso, los fiscales no aportaron nada. El magistrado J. Rogers Padgett comentó en la sala: "Parece que sólo tienen un testigo y que no está muy dispuesta a cooperar". La testigo de cargo es la ex esposa de Martínez y madre de sus dos hijas, Sloan Millian, que en el primer juicio en 1997 testificó en su contra -mientras la pareja estaba en medio de un divorcio- y ahora ha indicado que quiere acogerse a su derecho constitucional a guardar silencio. A los padres y al abogado defensor de Martínez, Sloan les ha confesado su temor a ser acusada de perjurio si se retracta de su testimonio. El letrado que representa a Martínez, Peter Raben, se volvió a reunir con ella ayer, pero el contenido de la conversación no se ha hecho público. Los padres, sin embargo, sí han dicho que cuando la vieron en la cárcel, hace sólo cuatro días, les aseguró que quería que sus hijas crecieran junto a su padre, pero a la vez tenía temor a cambiar su testimonio.

La vista de 20 minutos que tuvo lugar ayer frente al juez Padgett, se centró en la validez del vídeo cuya transcripción sirvió como prueba principal en el primer proceso y que fue una de las razones por las que el Tribunal Supremo de Florida -recriminando al propio juez Padgett en su fallo- decidió hace dos meses anular la sentencia a muerte de Martínez. La cinta de una discusión con su ex esposa -grabada por la policía con el consentimiento de ella- era casi inaudible y se reconstruyó con lo que Sloan y el detective que la grabó recordaban, para que sirviera como prueba ante el jurado. En su intervención de ayer, el letrado Raben pidió al juez que permita altavoces en el nuevo juicio para amplificar las palabras de Martínez. El magistrado dio a entender que a lo mejor no era necesario porque quizá el vídeo entero se excluiría como evidencia incriminatoria. Padgett dio de plazo hasta el 16 de octubre para que la fiscalía presente las pruebas en base a las que va a formular los cargos.

El 23 de octubre ambas partes comparecerán para presentar sus argumentos y posteriormente el juez decidirá si instruye el caso o lo cierra. Las leyes de Florida contemplan también una resolución negociada del caso. De ser ésta la opción, el padre de Martínez dijo ayer que su hijo "nunca se declarará culpable, porque no lo es". Martínez fue condenado a la silla eléctrica en 1997 por el asesinato a tiros de su ex socio, Douglas R. Lawson, y de la novia de éste, Sherrie McCoy-Ward, que murió apuñalada. En la escena del crimen no se encontró arma homicida ni hubo testigos directos, por lo que el encausamiento de Martínez se fundamentó sólo en testimonios y pruebas circunstanciales.

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