Contra los premios
Los premios son interesantes cuando se los dan a escritores interesantes", respondió Guillermo Cabrera Infante a un alumno que le preguntó al término de su conferencia por el valor que daba a los galardones literarios. Antes, durante su charla, Cabrera había recordado que el Premio Nobel de literatura empezó a entregarse en 1901, "instituido por Alfred Nobel, inventor del TNT" por lo que servía para marcar el inicio del siglo literario. El autor de Mea Cuba, quiso citar a los cuatro primeros escritores que recibieron el premio: Sully Prudhomme, Bjonstjierne Bjorson, Frederic Mistral y José Echegaray, autor de Oh locura, oh santidad. "Nadie los recuerda", dijo de ellos Cabrera, "o tal vez recuerdan a Echegaray, a quien darle la santidad del premio fue toda una locura". La ironía le sirvió al autor de Cine o sardina para quejarse de que obtener el premio Nobel "parece conferir un pase para la posteridad, pero a veces ha sido sólo una broma". Cabrera citó a Borges, Kafka o Joyce, autores que nunca recibieron el premio de la academia sueca.
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