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Locos por la informática

Colas interminables de seguidores de esta nueva religión que es la informática esperaban a primeras horas de ayer para introducirse en la Ciudad de las Artes y de las Ciencias de Valencia, a la sazón convertida, hasta el próximo 13 de agosto, en la meca del ciberespacio. Un goteo incesante de jóvenes, algunos de ellos acompañados por sus pacientes progenitores, dada su escasa edad, entraba en el recinto del gran proyecto público valenciano ante la mirada atónita de los responsables de seguridad del complejo. Así hasta 2.000 jóvenes, muchos de ellos con los cabellos teñidos de colores, fruto de una apuesta lanzada por la organización a través de Internet, que desmantelaron sus ordenadores en casa, los empaquetaron y partieron desde distintos puntos del mundo para convertir la aldea de McLuhan en una globalidad real y virtual. Todos acudían puntuales a Campus Party 2000, la gran fiesta de la informática. Ordenador en ristre, estos aficionados a la informática resucitaron sus equipos dentro de las instalaciones del Museo de la Ciencia Príncipe Felipe. Para ello, la organización ha habilitado una sala donde se conectan en red los 2.000 ordenadores que junto a sus respectivos dueños se han acreditado para la ocasión.

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