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Cascos permitirá usar las vías de Renfe a los operadores privados antes de 2004

El transporte ferroviario en España estará abierto a los operadores privados antes de que termine la legislatura, en 2004. Así lo anunció ayer el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, durante la presentación en Gijón del proyecto de Metrotren, para la mejora del servicio de cercanías de Renfe y FEVE en la zona central de Asturias. Según Álvarez-Cascos, las infraestructuras ferroviarias seguirán dependiendo del Estado y en ningún caso se privatizarán. Lo que se permitirá es que empresas privadas compitan entre sí, y con Renfe, utilizando esa infraestructura.

El ministro de Fomento se mostró taxativo. "Por esas infraestructuras", dijo, "al final de la legislatura tendrán oportunidad de operar otros proyectos empresariales".Fomento sitúa esta medida en el marco de ejecución del Plan Nacional de Infraestructuras para el periodo 2000-2007. Al final de ese plazo, según Álvarez-Cascos, "España se habrá situado a la cabeza de países de la Unión Europea en cuanto a infraestructura ferroviaria se refiere".

El ministro de Fomento cree que la cancelación del déficil ferroviario en España, que ahora es una evidencia en comparación con otras modalidades de transporte, será uno de los pilares básicos de la política del Gobierno. Pero la deuda acumulada hasta ahora por Renfe siempre ha lastrado los proyectos de liberalización del transporte ferroviario en España.

Sin ir más lejos, el presidente de Renfe, Miguel Corsini, siempre ha condicionado la liberalización del mercado ferroviario en España a que se salde previamente la deuda histórica de la sociedad, que a finales del año pasado se situaba en 1,14 billones de pesetas. En la presentación de los resultados de 1999 de la compañía que preside, en abril de este año, Corsini reiteró que, con esa pesada carga, a Renfe le resultaría muy complicado competir con otros operadores. Renfe mantiene conversaciones con los ministerios de Fomento y Economía para negociar la manera de saldar esa deuda, acumulada por las insuficientes aportaciones del Estado en los ejercicios anteriores a 1995, aunque Álvarez-Cascos, en su intervención de ayer, no hizo ninguna referencia a este escollo.

Nuevo modelo

Lo que sí explicó el ministro ayer es que este nuevo modelo liberalizador para el sector ferroviario será acorde con la tendencia que sigue el resto de la Unión Europea y provocará que "casi nada sea igual en el transporte ferroviario" español dentro de cuatro años."En las infraestructuras por las que hoy circulan dos empresas públicas [Renfe y Feve], con el nuevo modelo empezarán a circular también otros operadores privados, si es que quieren competir con los públicos, con lo que se abrirán nuevos escenarios", explicó el ministro de Fomento.

Aclaró Álvarez-Cascos, sin embargo, que las infraestructuras ferroviarias que actualmente gestionan Renfe, Feve y Fomento "seguirán siendo del Estado", a pesar de que distintos operadores privados "tengan también su oportunidad" para transitar por ellas y competir en viajes de "cercanías y larga distancia".

El ministro de Fomento, secundado por Miguel Corsini, y el presidente de FEVE, los ferrocarriles de vía estrecha, Eugenio García Damboriena, presentó en Gijón el proyecto de Metrotren para Asturias, una de las iniciativas de su departamento para potenciar los servicios de cercanías, una mejora de la que también se beneficiarán algunas de las principales ciudades y núcleos de población del país.

El Metrotren de Asturias fue el principal reclamo del PP para el Principado en las elecciones generales de marzo pasado. La propuesta había sido recibida en medios políticos de la región como un señuelo propagandístico de muy improbable financiación.

Aunque ni Álvarez-Cascos ni los responsables de las empresas ferroviarias cuantificaron una cifra global de inversión, el ministro aseguró que el aspecto más polémico y que más reticencias había despertado del Metrotren, la construcción de una línea férrea subterránea que cruzará transversalmente Gijón de oeste a este, es un proyecto ya sometido a estudio técnico.

Esta línea subterránea costará alrededor de 9.000 millones de pesetas, además de la inversión necesaria para el soterramiento de estaciones. Para poner en marcha el Metrotren, Renfe y FEVE han programado la compra de nuevas unidades y alcanzar al final del proceso los 60 trenes en servicio en Asturias, con una inversión estimada de 20.000 millones de pesetas.

El proyecto, que pretende ganar clientela para el transporte ferroviario de cercanías, y pasar de los 11 millones de viajeros por año a los 25 millones anuales, está basado en la reducción de los tiempos de viaje y el incremento de las frecuencias entre los principales núcleos urbanos del Principado.

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