"España tiene que poner en marcha un plan urgente para contener sus emisiones"

¿Es la política de medio ambiente una cuestión menor, secundaria, en la estrategia europea? James Currie, director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, afirma que este ámbito va ganando peso y que cada vez se entiende mejor que las cuestiones de medio ambiente son inseparables de los problemas energéticos, los de transporte, de la salud y de los impuestos. Pero que queda mucho por hacer. Además, este escocés de 58 años insiste -en perfecto español que aprendió como seminarista en Valladolid en los años sesenta- en que la defensa del medio ambiente no perjudica a la economía, sino que la beneficia. Currie ha participado esta semana en el curso de verano Ante el cambio climático: modelos alternativos energéticos y de transporte, de la Universidad Complutense en El Escorial (Madrid).Pregunta. Dentro de pocos meses se reunirán de nuevo los países del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en La Haya, con el objetivo de cerrar los detalles del Protocolo de Kioto (de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático) para que entre en vigor. ¿Qué se juegan los países en ese compromiso?

Respuesta. Nos jugamos nuestra credibilidad ante los ciudadanos y ante las empresas, que están esperando soluciones. Creo que tendremos éxito en La Haya y que Europa tiene la oportunidad de mantener el liderazgo.

P. En el Protocolo de Kioto la UE se compromete a reducir sus emisiones en un 8% entre 2008 y 2012, respecto al nivel de 1990, y cada país europeo asume compromisos diferentes en ese acuerdo colectivo. ¿Van a cumplirlos? ¿Están tomando medidas los países?

R. Hay enormes diferencias entre unos y otros. Los que tienen los compromisos más fuertes, como Reino Unido o Alemania, sí tienen planes de actuación. Pero otro países, como España... España tiene que poner en marcha urgentemente un plan de actuación para contener sus emisiones de gases de efecto invernadero. Ahora está ya en un 20%, o más, por encima de sus emisiones de 1990 y, según el acuerdo de la UE, no podrá superar el 15%.

P. ¿Queda mucho por hacer?

R. El Gobierno tiene la responsabilidad de poner sus cartas sobre la mesa en cuanto a las actuaciones que va a emprender no sólo a nivel nacional, sino también en colaboración con las comunidades autónomas. Hay muchas decisiones que tomar, por ejemplo, en transporte y en política energética.

P. ¿Se contempla la imposición de sanciones en la UE para los países que no cumplan?

R. Tenemos que pensar que los países van a cumplir. Pero yo creo que tendría que haber sanciones. También está la posibilidad de acuerdos entre países para que el que no cumpla sea ayudado por aquellos que hayan hecho más esfuerzo y tengan un margen más amplio en cuanto a emisiones. Pero el que reciba ayuda en el plazo 2008-2012 tendrá que devolverla más tarde.

P. ¿Cómo ve Bruselas la política española en este ámbito?

R. Se reconoce que ha empezado a actuar en energías renovables. También hay una señal positiva en la política de ferrocarriles. Pero esto no basta. Además, la cuestión del cambio climático es muy importante para España porque su territorio es especialmente vulnerable a sus impactos. Aquí hay problemas hidrológicos, de aridez... Así que se exige a España algo que va a favor de sus intereses y no en contra.

P. ¿Y que está haciendo Europa para cumplir el Protocolo?

R. Tenemos un plan de acción sobre cambio climático que la Comisión ha puesto sobre la mesa del Consejo de Ministros hace unos meses. Pero cada país, cada región, también tiene que actuar.

P. Estas actuaciones tienen repercusión económica.

R. Sí, pero tienen repercusiones positivas, por ejemplo, en las posibilidades de exportación de nuestros países. Tenemos que trabajar con la perspectiva de que estas medidas no son un gran problema con impacto negativo para nuestras economías, sino que pueden suponer muchas buenas oportunidades.

P. ¿Cuáles son los problemas medioambientales europeos más urgentes?

R. Por ejemplo, la defensa de la biodiversidad: perdemos demasiadas especies cada año y esto no nos interesa, tampoco económicamente. Y tenemos que actuar contra la degradación del suelo. En salud y medio ambiente hay unos desafíos enormes.

P. ¿Las cuestiones medioambientales son marginales en la política europea?

R. Están ganando peso y hay una mayor concienciación de los otros comisarios y de los otros ministros, en cuanto a la necesidad de integrar el medio ambiente en las políticas europeas, como la agrícola, la energética o la de transportes. También los ministros de Economía y de Hacienda tienen que actuar en este sentido.