La pureza del barroco

La soprano británica Emma Kirkby, una de las voces pioneras en la interpretación con criterios históricos, protagoniza esta noche (22.30 horas) una de las grandes citas barrocas que propone el Festival Internacional de Músicas de Torroella de Montgrí (Baix Empordà). Acompañada por los London Baroque y su director, el violonchelista Charles Medlam, Kirkby cantará dos cantatas de Händel -Mi palpita il cor y Notte placida e cheta y el célebre Stabat Mater, de Pergolesi, en el que formará pareja con el joven contratenor Jordi Domènech, una de las voces más prometedoras del panorama musical catalán.Por la belleza melódica y la perfección vocal e instrumental, el Stabat Mater para soprano, alto, cuerdas y bajo continuo que Pergolesi compuso en 1736, último año de su vida, es un conmovedor testamento musical cargado, como el mítico Réquiem, de Mozart, de dolor y patetismo. La imponente obra, dividida en 12 movimientos (siete dúos, tres arias para alto y dos para soprano) es, sin duda, el plato fuerte de una velada barroca que incluye dos páginas instrumentales de Vivaldi, la sonata Al Santo Sepolcro y un Concierto en do mayor.

La pureza vocal y el rigor estilístico de sus interpretaciones han convertido a Emma Kirkby en una referencia en el campo de la música antigua y barroca. Jordi Domènech, discípulo de Kirkby, ganó en 1997 el premio al mejor contratenor del concurso de canto Francesc Viñas de Barcelona y ha cantado en grupos tan prestigiosos como Cantus Kölln.- J. P. S.