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Sólo el 25% de los regantes de Sol y Arena paga a Caja Rural su deuda

El plazo dictado por resolución judicial para que los regantes de Sol y Arena -la comunidad de regantes más grande del Poniente almeriense- finiquiten su deuda con la Caja Rural de Almería termina hoy. La deuda tiene su origen en un crédito solicitado por los comuneros para la realización de unas obras de regadío en 1993. El portavoz de la entidad financiera, Jerónimo Molina, afirmó ayer que de los 4.000 regantes que integran Sol y Arena sólo 1.000 (el 25%) han efectuado de manera voluntaria el pago de los 3.221 millones de pesetas adeudados y que equivalen a unas 600.000 pesetas por hectárea. Molina advirtió de que, a partir de hoy, quienes no normalicen sus cuentas recibirán un recargo en el precio del agua consumida equivalente a las 5.634 pesetas, tal y como establece el auto judicial.Sin embargo, desde la entidad bancaria se insistió en querer colaborar "al máximo" con los agricultores para que no sufran recargo alguno o pierdan subvenciones en otras obras pendientes. "La Caja Rural ha facilitado unos préstamos para hacer frente a esas 600.000 pesetas por hectárea que no empezaría a devolverse hasta dentro de un año. Creemos que debe satisfacer a las partes", apuntó Molina. El portavoz de la entidad achacó la situación vivida con Sol y Arena a la "pérdida de credibilidad y confianza" con la actual junta directiva, dirigida por Pedro Mena.

"Esa falta de confianza ha desvirtuado el conflicto real, que es la propia normalización de la vida de la comunidad. Los agricultores están deseosos de que se normalice la situación y la convocatoria de unas elecciones es la auténtica esperanza", dijo Molina.

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