Los jóvenes vascos ven más ventajas que riesgos en beber alcohol, la droga cuyo consumo más crece
El alcohol es la única droga que, según los jóvenes vascos, presenta más ventajas que riesgos a la hora de su consumo. Incluso aunque se abuse de él de una manera desa-forada, como ocurre en los fines de semana. El número de bebedores excesivos casi se ha duplicado desde 1986, pasando del 22,45% de la juventud vasca al 48%, según el estudio Las culturas de las drogas en los jóvenes. Ritos y fiestas, presentado ayer en la sede del Gobierno en Vitoria. El abuso del alcohol por parte de los jóvenes es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan las instituciones.
En cuadrilla
El trabajo ha sido elaborado por la Secretaría de Drogodependencias del Departamento de Justicia, la Fundación para la Lucha contra la Drogadicción y la Universidad de Deusto, cuyo representante, Javier Elzo, se encargó de explicar los pormenores del estudio. El documento no se queda sólo en el mero análisis de los índices de consumo, sino que indaga en las razones que llevan a los jóvenes a utilizar las drogas, legales o ilegales, sus modos de consumo y su percepción del riesgo que implican. El estudio se ha centrado en los jóvenes vascos que tienen entre 15 y 24 años. La recogida de datos se realizó en dos fases: la primera, con una encuesta a una muestra aleatoria de 1.202 jóvenes realiada entre mayo y junio de 1998; la segunda, con un sondeo más en profundidad a los consumidores regulares de hachís localizados en la primera fase. El seguimiento de este grupo se hizo entre diciembre de 1998 y enero de 1999.Respecto a la evolución del consumo de drogas desde 1986, año del primer estudio similar hecho por las tres entidades, se puede observar que la adicción a algunas drogas ilegales alcanza las cotas más altas, salvo en los casos de la heroína y el LSD. Según los datos del sondeo, el 54% de los jóvenes vascos ha probado alguna vez en su vida el hachís (un 49% en 1986), un 14,5% el speed (9,9% en 1986), un 8,1% el éxtasis o las pastillas de diseño y un 7,8% la cocaína (7,7% hace catorce años).
El hachís es la droga blanda más popular entre los jóvenes. Casi un 10% de ellos presenta una pauta de consumo regular, entendiendo por tal haberla probado más de 40 veces en el último año o más de diez en el último mes -siempre tomando como referencia el periodo en el que se realizó la encuesta-. Desde 1986, el consumo de hachís experimentó un descenso ininterrumpido hasta 1994, que llegó a un 35,8%. Desde entonces no ha dejado de crecer.
El trabajo revela que muy pocos jóvenes consumen al margen de sus amigos y entre la cuadrilla del consumidor todos o casi todos toman cannabis. Fuera de estos grupos, los jóvenes no lo toman. El cannabis establece, por lo tanto, dos segmentos juveniles con muy poca o nula relación entre sí.Entre las drogas legales, el aumento en la ingesta de alcohol es imparable. Sólo un 9% de los jóvenes se declaran abstemios. Crece el número de jóvenes que bebe excesivamente, pero no a lo largo del día o de la semana, sino de forma concentrada en un breve lapso de tiempo. Es decir, se está produciendo una concentración masiva del consumo de alcohol entre el viernes y el sábado por la noche y fuera de casa. Mientras un 10% de los jóvenes se situaban en 1986 en la categoría de sospechosos de alcoholismo, este porcentaje ha subido ahora al 19,4%.
El estudio distingue cinco grupos de jóvenes según sus características. Los autores del trabajo han realizado la división tras preguntar a los encuestados por cuestiones como su forma de usar el tiempo libre, los aspectos de la vida a los que conceden más importancia y su relación con la familia. Después de obtener las cinco categorías, cruzaron los datos sobre consumo de droga, para obtener una fotografía más fiel del perfil de cada grupo.
Los jóvenes incluidos en la primera categoría (21,04% del total) son mayoritariamente chicas y sus padres son, por lo general, abiertos y comprensivos. Son "comprometidos e inquietos". Consumen tabaco y alcohol más que la media, lo mismo que drogas ilegales, aunque en el caso de éstas últimas lo hacen con carácter experimental.
Los componentes del segundo grupo (11,31%) son los que el estudio define como "apocados". No consumen drogas. El tercer grupo (20,47%), donde las mujeres también son mayoría, recibe el apelativo de "hogareño". Se lleva muy bien con sus padres, son altruistas y no buscan emociones nuevas. Su contacto con las drogas es anecdótico.
El cuatro grupo es el más numeroso (26,46%). Está formado por personas que abandonan la niñez y entran en los primeros años de la adolescencia. Son "deportistas, pero no aventureros". Su consumo de drogas es elevado.
El quinto grupo (20,47%) se corresponde con los jóvenes "hedonistas y disfrutadores". Son los que más drogas de todo tipo consumen. Presentan una baja percepción de su riesgo, por lo que corren un grave peligro de convertirse en toxicómanos. Curiosamente, son los que más se drogan, pero los que afirman que menos disfrutan cuando disponen de tiempo libre.
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