La vista al cielo

Tiene la cabeza llena de pájaros. Antonio Román , biólogo de 28 años, lleva desde los nueve años observando las aves que sobrevuelan su ciudad natal, Málaga. Observando primero y anillando después a muchísimas especies para intentar identificarlas, elaborar un censo de cada una, conocer hacia donde vuelan y en que época del año e intentar prevenir su desaparición. Ningún pájaro se le escapa a este malagueño que cada verano acude como voluntario a la Laguna de Fuente de Piedra a anillar flamencos.Su pasión por los animales -de pequeño no se perdía los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente-, y en concreto por los pájaros, le ha llevado a participar en campañas de anillamiento por todo el mundo y a fundar la Asociación de Ornitología de Málaga desde donde pretende "concienciar a la gente de la importancia de cuidar el medio ambiente". Para Antonio, el principal problema de España es que "a diferencia de otros países donde existe un conocimiento de las especies, aquí la gente que acude al monte con prismáticos no suele observar pájaros".

Él siempre que se cuelga unos prismáticos alza su vista al cielo y para intentar crear escuela de voyeurs pajareros organiza desde su asociación visitas a los jardines de la Concepción durante el verano. Allí enseña a distinguir las diferentes especies, conocer como se alimentan y descubrir su hábitat. Su pasión por los pájaros le ha llevado desde recorrer toda Argentina siguiendo las migraciones de las aves hasta pasar el mes de julio en un cantón suizo realizando "trabajo de campo" como voluntario. Trabajo que empieza cuando sale el sol y que consiste en capturar a los pájaros utilizando redes transparentes. Después de un día de captura de aves, se anillan y se liberan.

El anillamiento se emplea, junto al seguimiento por satélite y el radio-seguimiento, para conocer las migraciones de las aves, calcular aproximadamente el censo y estudiar el destino de los pájaros. Un trabajo "bastante agotador" pero "muy gratificante, que permite saber la evolución de los pájaros y su forma de vida" comenta el biólogo.

Antonio también se ha volcado profesionalmente en el mundo de los pájaros y actualmente trabaja en la Universidad de Málaga realizando estudios ornitológicos y terminando su tesis doctoral que versa sobre las migraciones de las aves a través del Mediterráneo Occidental. Aunque realiza muchas campañas solidarias, confiesa que es un poco "mercenario" porque en España, "las empresas no invierten en la investigación" y hay "que venderse al mejor postor para poder estudiar lo que te interesa".

En 2002 se irá al desierto del Sahara para realizar un estudio de las aves migratorias gracias a un proyecto subvencionado por el Instituto ornitológico suizo, país donde la gente "está concienciada y las empresas privadas se interesan en subvencionar este tipo de estudios". Para intentar exportar este culto a España, Antonio ha publicado varios libros sobre aves y todos los años su asociación prepara el día mundial de los volátiles.