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Un adolescente magrebí denuncia que un centro de acogida le echa a la calle

Faisal E. M., un chico marroquí de 15 años (según figura en su libro de familia), denuncia que por tres veces ha sido expulsado "sin motivo" del centro de acogida de Hortaleza, una dependencia del Gobierno regional cuya misión es, precisamente, dar un primer cobijo a los menores desprotegidos hasta hallar una solución para ellos. Este periódico intentó ayer conocer la versión del Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF), de quien depende este centro, pero ningún responsable del instituto facilitó explicación alguna.Faisal explica que el pasado 15 de julio llegó por primera vez a Hortaleza. Le llevó el grupo de menores de la policía (Grume), cuya obligación es trasladar al centro de acogida a los chicos sin familia ni tutores que encuentra por la calle o que le llevan los trabajadores sociales.

"Los responsables de Hortaleza me tuvieron mucho rato en una habitación y me dijeron que no podía quedarme, que debía volver a Marruecos o a Málaga, donde vive mi abuela. Querían darme un billete de autobús para Málaga, sin localizar antes a mi abuela; no acepté y me obligaron a marcharme", explica.

"Pero yo lo que quiero es quedarme en un centro para menores de Madrid, sacarme la residencia y encontrar un trabajo", asegura. Explica que otros dos chicos marroquíes también fueron expulsados y que a uno le pagaron el billete a Barcelona, donde decía que tenía familia.

La escena se repitió el pasado martes. Así que el jueves decidió acudir con otros compatriotas mayores a la comisaría de Arganzuela a denunciar las repetidas expulsiones. "Me dijeron que, por ser menor, no podía denunciar, volvieron a llevarme al centro de Hortaleza y, una vez allí, me echaron por tercera vez. Ahora no tengo más remedio que dormir en la calle", apostilla. La Jefatura Superior de Policía niega que haga falta ser mayor de edad para presentar denuncia.

Faisal asegura que lleva dos años en España tras cruzar el Estrecho escondido en un camión y que ha vivido en la calle y en varios centros de menores de la Junta de Andalucía, uno de ellos de reforma, tras una pelea. "Me marché de allí porque oí que a los marroquíes nos iban a devolver a nuestro país", asegura este joven de Tánger.

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