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El módulo 'Zvezdá' se acopla a la Estación Espacial Internacional

La nueva base orbital ya puede ser habitada

El módulo de servicio Zvezdá (Estrella), construido por los rusos y lanzado desde Baikonur hace dos semanas, se acopló ayer sin problemas a las dos plataformas iniciales de la Estación Espacial Internacional (ISS) que están en el espacio desde finales de 1998. La nueva base orbital ya puede recibir expediciones de larga duración. El acoplamiento se efectuó automáticamente a las 2.45, hora peninsular española, a 390 kilómetros de altura, bajo vigilancia del centro de control de vuelos cercano a Moscú. La NASA y la Agencia Europea del Espacio (ESA) siguieron en directo la maniobra.

Felicitaciones

Los socios principales de la ISS son Estados Unidos, Rusia, la ESA y Japón. El éxito de la operación de ayer, que abre una nueva página en la astronáutica mundial, implica para Rusia la pérdida del monopolio de una casa espacial y la relegación definitiva a un segundo plano de la Mir, que desde hace 14 años era la única plataforma orbital que podía estar permanentemente habitada.El Zvezdá mide 13 metros de longitud y tiene 19 toneladas de peso; sus paneles solares desplegados se extienden 30 metros. Ayer quedó enganchado a los dos módulos unidos ya en órbita, el Zariá ruso y el Unity estadounidense (con un peso conjunto de 32 toneladas). En realidad, fue la ISS la que se aproximó y enganchó al Zvezdá, que, tras la aproximación,desempeñó un papel pasivo en la maniobra (gráfico animado en www.elpais.es).

Según los planes de la misión, una vez confirmado el atraque del Zvezdá a la ISS, se dedicarán tres días a la comprobación de las conexiones entre los componentes de la estación y la activación de sistemas de a bordo, informa The New York Times. Inmediatamente después, el control y la navegación del complejo espacial pasarán al nuevo módulo, dotado de un sistema de computadoras desarrollado y fabricado por la ESA. El Zvezdá lleva todos los sistemas necesarios para la habitabilidad del complejo, incluidos camarotes individuales para tres astronautas.

"El comienzo de la primera expedición de larga duración a la Estación Espacial Internacional no se producirá antes del 30 de octubre", declaró ayer por la mañana Yuri Kóptev, director de la Agencia Aeroespacial Rusa. "Confiamos en que el Gobierno de Rusia apoyará este magno acontecimiento técnico y político, de nivel internacional, y que pagará al menos las antiguas deudas", agregó Kóptev en la conferencia de prensa dada en el Centro de Control de Vuelos después del exitoso acoplamiento del módulo ruso.

El primer módulo de la ISS fue el Zariá, lanzado en noviembre de 1998 desde las estepas de Kazajistán. Es ruso, pero fue financiado por los estadounidenses. Al mes siguiente, un transbordador de la NASA puso en órbita el Unity y ambos elementos quedaron acoplados. Desde entonces, los transbordadores han visitado el complejo dos veces.

El Zvezdá lleva cuatro puertos de acoplamiento y puede recibir tanto las naves de carga rusas no pilotadas Progress -la primera llegará ya a finales de agosto para corregir la altura del complejo espacial- como las tripuladas Soyuz. Además lleva un enlace de atraque universal y el nodo por el que ha quedado ahora unido al Zariá.

El primer módulo de vivienda de la estación, que ha costado unos 340 millones de dólares (cerca de 60.000 millones de pesetas) y ha sido financiado completamente por Rusia, es como el corazón en torno al cual irá creciendo la ISS. Para ver la nueva base orbital completada habrá que esperar cinco años más, cuando sea un conjunto de seis laboratorios espaciales con dos docenas de componentes, estructuras y paneles de energía que habrá costado cerca de 60.000 millones de dólares.

"Creo que éste es el principio de una nueva era en el espacio, con todo el mundo participando en este gran proyecto", declaró ayer, tras el atraque, Bob Castle, director de vuelos espaciales desde la NASA, informa Reuters. "Mis felicitaciones a todos mis colegas que han diseñado, construido, operado y hecho esto posible", dijo Castle.Debido a las dificultades económicas de Rusia, el programa espacial de la ISS se ha financiado sólo en un 30% por parte del Gobierno, explicó Kóptev. "Los extranjeros se asombran y se preguntan cómo los rusos logran, sin dinero, cumplir un programa tan caro y tan grande como éste", señaló el alto funcionario.

Precisamente los problemas económicos rusos fueron los principales responsables de que el módulo Zvezdá se acoplara en órbita con más de año y medio de retraso. A la falta de dinero se unieron, en 1999, los fallos de los cohetes portadores de tipo Protón, que impulsaron a Kazajistán a prohibir su lanzamiento desde su base de Baikonur hasta que no se determinara con precisión la causa de los accidentes.

Finalmente, el Zvezdá fue lanzado el pasado día 12 de julio, pero, en lugar de demorarse los usuales dos días en llegar a la órbita predeterminada, se decidió alargar el viaje a dos semanas para probar en el espacio los sistemas del módulo antes de que se acoplara al Zariá con el Unity.

La primera tripulación permanente de la ISS estará formada por dos rusos y un estadounidense -Yuri Guidzenko, Serguéi Krikaliov y William Sheperd-, quienes deberán permanecer tres meses y medio en órbita. Antes de que la ISS esté finalizada, para 2005, habrá que lanzar 35 expediciones de montaje al espacio.

Cuando la ISS esté en plena explotación podrá alojar simultáneamente a siete astronautas en permanencia prolongada más los visitantes. Cada socio principal del proyecto tendrá su cuartel general, su módulo de vivienda y de experimentos. En total, el complejo sumará un volumen habitable equivalente al de un avión Boeing 747 jumbo.

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