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La sequía y la sobreexplotación de los acuíferos ponen en peligro varias zonas húmedas valencianas

La sequía y la sobreexplotación de los acuíferos está poniendo en peligro varios humedales valencianos. Ayer el consejero de Medio Ambiente, Fernando Modrego, que asistió a la comisión de seguimiento del parque natural del Marjal de Pego-Oliva, aseguró que este valioso enclave mantiene sus niveles hídricos gracias a que las bombas que se instalaron para su desecación ahora sólo se emplean para mantener el equilibrio hídrico. Mientras, los ecologistas denunciaron ayer que el marjal de Almenara está en peligro por la escasez de agua y la baja calidad de la misma.El viernes pasado se descubrió un fenómeno de mortandad masiva de peces en una de las lagunas del marjal, una antigua turbera ubicada en el término municipal de Sagunto. Para Acció Ecologista-Agró y el Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (GECEN) la muerte de miles de lisas, carpas y anguilas se debe al aumento de la materia orgánica de origen agrícola en el agua que llega al marjal. Esta eutrofización provoca una proliferación de algas, la turbiedad del agua y la muerte de microorganismos que mantienen la correcta oxigenación del agua. Y mientras durante el día la fotosíntesis proporciona el oxígeno necesario para la vida piscícola, durante la noche se produce una pérdida drástica de este gas, que provoca la muerte de los peces.

Los ecologistas advierten que dentro de poco se producirá el mismo fenómeno en una reserva del samaruc, un pez protegido. Y culpan a la Confederación Hidrográfica del Júcar de no regular el acuífero Medio Palancia-Los Valles, que alimenta el marjal, donde proliferan las nuevas explotaciones citrícolas y hay más de 30 nuevos sondeos para ubicar pozos y explotar este reservorio de agua subterránea.

Por su parte, tras la comisión de seguimiento del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales, integrada por representantes municipales, comunidades de regantes, técnicos del Consell y expertos de la Universidad Politécnica, Modrego situó la situación del marjal de Pego dentro de la "normalidad". A su juicio, los agricultores están respetando el pacto que logró frenar su degradación y desecación. Sin embargo, el consejero reconoció que el déficit de agua "está obligando a la consejería a realizar una serie de obras para conservar las pocas zonas naturales". Incluso aportando agua con una nueva conducción.

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