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La Celsa pasa hoy a la historia con el derribo de su última casa baja

El poblado marginal de La Celsa (Puente de Vallecas), el más antiguo de la ciudad, es ya parte del pasado. El Gobierno regional, del PP, cumple hoy, con el derribo de la última caseta, el compromiso adquirido con las asociaciones de vecinos de la zona de desmantelar en 2000 este barrio famoso por ser un hipermercado de la droga. Las 110 familias que habitaban este poblado, levantado en 1995 para alojar a chabolistas de la zona, con un coste de 900 millones, han sido trasladadas a pisos sociales.

Las 110 familias de La Celsa están ya realojadas en pisos sociales de alquiler repartidos por varios municipios y distritos. Los últimos traslados se efectuaron el jueves. En un lustro las instituciones se han gastado casi 2.000 millones de pesetas en este poblado de casas bajas: de 1992 a 1995 el Ayuntamiento y la Comunidad invirtieron 900 millones en construirlo y la Comunidad ha dedicado 1.000 a desmantelarlo.La Celsa nació hace 40 años, cuando un grupo de gitanos andaluces y extremeños se asentó en la carretera de Villaverde a Vallecas, junto al barrio del Pozo del Tío Raimundo. Huían de provincias devastadas por la Guerra Civil. El Plan de Barrios en Remodelación, iniciado en 1979, que supuso la construcción de 38.000 viviendas dignas para los vecinos de los barrios chabolistas, no llegó a La Celsa.

En los años ochenta las instituciones iniciaron por fin un programa de realojamiento de los chabolistas gitanos madrileños. Pero también en esos años el mísero asentamiento se convirtió en un importante punto de venta de droga. Unos chabolistas se enriquecieron, otros conocieron la cárcel y la muerte por VIH o sobredosis, pero todos comenzaron a arrastrar el estigma de vivir en un núcleo famoso por los centenares de toxicómanos que acudían a él.

El prometido realojamiento cobró cuerpo en 1992, al iniciarse la edificación de 96 casas bajas de hormigón, con aspecto de búnkers, a unos metros de las favelas. Pero la suspensión de pagos de la constructora y las trifulcas entre el Ayuntamiento, del PP, y la Comunidad de Madrid, entonces del PSOE, mantuvieron los trabajos parados durante dos años. Las demoras encarecieron el proyecto en 200 millones.

En 1995, los chabolistas fueron por fin realojados. Pero la venta de droga se incrementó tras el desmantelamiento del poblado de Los Focos (San Blas) en 1997. Las protestas vecinales arreciaron y las asociaciones vallecanas solicitaron a la Comunidad el derribo del núcleo. En abril de 1999 Ruiz-Gallardón puso fecha a la operación: la primavera del 2000. En el solar resultante tras los derribos se levantará un centro de formación profesional.

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