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EE UU propone en Camp David la autonomía parcial de barrios palestinos de Jerusalén

Estados Unidos ha entregado a Israel un plan sobre Jerusalén que contempla un control compartido con los palestinos en algunos barrios de la ciudad antigua. El primer ministro israelí, Ehud Barak, parece dispuesto a aceptar esa propuesta; sin embargo, los negociadores palestinos no la consideran suficiente y se inclinan por mantener su exigencia de soberanía única sobre el este de Jerusalén. La diplomacia estadounidense intenta buscar un sendero intermedio para que las conversaciones no se rompan antes del regreso de Bill Clinton a Camp David. El principio sagrado del sionismo que defiende la unidad de Jerusalén como capital de Israel ha empezado a ponerse en tela de juicio.

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Un paso más allá

El plan diseñado por el equipo de mediadores de Estados Unidos habla de un "control compartido" en los barrios árabes de Jerusalén oriental, pero en ningún momento llega a mencionar el reparto de la soberanía; el grado de control se movería entre lo municipal y lo autonómico. En Israel se habla de "parcelación" más que de división. Barak lo acepta, y no es de extrañar: a la delegación israelí le parece correcta cualquier solución que permita contentar a los palestinos sin cederles un milímetro de soberanía. Eso permitiría a Barak regresar con buenas noticias para todas las facciones políticas de Isarel.

Un miembro del Gobierno israelí, Michael Melchior, confirmó ayer la propuesta desde Jerusalén y matizó que en ella "se acepta la soberanía de Israel sobre toda Jerusalén como ciudad no dividida, pero con cierto grado de soberanía compartida o autonomía de algunos barrios árabes y musulmanes en las afueras".

El ministro de Justicia de Barak, Yosi Beilin, fue incluso más allá y se atrevió públicamente a propugnar la división de la Ciudad Santa y a criticar el mito de la pretendida unidad de la ciudad. Beilin salió en defensa de la propuesta, al asegurar que no se podía continuar manteniendo el mito de la unidad de Jerusalén, sobre todo porque con ello se hacía fracasar el proceso de paz."Aquellos que creen que Jerusalén esta unificada y está reconocida como la capital de Israel, alimentan un mito y se alimentan de ilusiones. Sería un error histórico hacer fracasar la cumbre de Camp David sobre esta media verdad", afirmaba Beilin, tratando de hacer avanzar la propuesta de parcelación, que no división, de la ciudad, algo que el 70% de la población no está dispuesto a apoyar, según se desprende de las últimas encuestas

En el proyecto puesto sobre la mesa por Clinton antes de viajar a la cumbre del G-8 en Okinawa, se contempla la absorción en la ciudad de algunos asentamientos judíos de Cisjordania y la cesión a los palestinos del control de barrios como el de Shuafat. Sin embargo, en la ciudad antigua sólo se les garantizaría la construcción de una vía segura de acceso a la mezquita de Al Aqsa.

A grandes trazos, la fórmula norteamericana contempla la posibilidad de conceder a los palestinos la administración parcial y en algunos casos total de determinados barrios árabes de Jerusalén, permitiendo al mismo tiempo a la Administración de Yasir Arafat el colocar en estas zonas signos o estandartes claros de la soberanía palestina. La propuesta sugiere asimismo congelar al menos por dos años el futuro de la ciudad antigua de Jerusalén, donde se encuentran los grandes templos monoteístas, en espera de configurar un estatuto especial para esta parte de la capital.

Esta fórmula, aunque no es absolutamente novedosa, ya que se basa en una propuesta anterior de Barak ofreciendo la autonomía municipal del Jerusalén Este a Arafat, va un poco más allá política y estratégicamente de lo que hasta ahora se había planteado. La actual sugerencia se sustenta en bases jurídicas más consistentes, lo que permitiría a los palestinos poner en pie la capital de su futuro Estado en estos barrios, aunque se desconoce exactamente cuántos y cuáles serían los adjudicados.

La Casa Blanca intenta comprimir la agenda de Bill Clinton en la cumbre del G-8 en Japón para que el presidente estadounidense pueda estar de vuelta en Camp David a última hora del domingo o primera hora del lunes.

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