Salida lanzada
Ha sido todo tan rápido que no me han dejado ni orinar. Antes del kilómetro cero iba a pararme cuando desde los coches ya han empezado a decir venga, venga, que esto se mueve y allí, Txente y yo, lanzados entre ellos corriendo ya para cazar al pelotón, que había salido lanzado. Así, que en harina desde ya.Y así nos fue en la etapa, todos a lo suyo, nadie quiere perder nada y todos quieren algo más. Así que corte, te metes, otro corte, otro intento. Y resulta que el corte que parece que vale, en el que nos metimos Txente y yo, pues resulta que no vale porque siempre hay algún remolón o porque se meten los del Kelme y nos paramos. Siempre hay alguna razón para que no sirva.
Después, hasta el puerto, fuimos rápido, rápido, sin respiro. Al pie salió muy fuerte Lelli y nadie intentó seguirle. Un poco después volvieron a saltar detrás y Txente se metió en otro grupo para cazar, pero tampoco llegó. Luego empezó a tirar Kelme fuerte, fuerte y la cosa estuvo a punto de liarse bien. Finalmente salió otro corte, lo intentamos coger con Orlando y Jon, pero no pudimos. Y fue el corte que por poco llega.
El pelotón se tranquilizó entonces, entre otras cosas porque Zabel había pasado el puerto y se le veía con ganas e intenciones de ganar la etapa. Así que el Telekom se puso a tirar y nos puso su marcha. Y trabajaron duro porque los dos últimos supervivientes del intento tardaron en dejarse coger. Los dos últimos minutos se les hicieron muy largos. Ya en el último repecho, como sabíamos que era peligroso el tramo final por Lausana, pues nada, nos quedamos atrás para guardar algo de fuerzas para los últimos días. Txente, no. Como había que estar tres delante, no fuera a haber un corte y se nos fueran más minutos por equipos, Txente se quedó arriba. Y hasta intentó un par de veces irse. Una de lejos y otra hasta en el sprint. Los demás, mucho más relajados. A ver ahora. Nos tocan una contrarreloj y dos etapas de 250 kilómetros. Por lo que he observado, que camino de Lausana nos daba el aire de lado, seguro que como tenemos que subir a Friburgo, en Alemania, nos da de cara. A ver, a ver, porque puede ser un día muy largo.
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