Siguen las conversaciones

El bloqueo informativo sobre las negociaciones de paz de Camp David hace casi imposible evaluar su progreso. La exigua información que ha salido a la luz es contradictoria y se ha filtrado a través de intermediarios que no participan directamente en las conversaciones. (...)Ante tal incertidumbre, merece la pena recordar la gravedad de las posibles consecuencias que podría tener el no llegar a un acuerdo. El líder palestino, Yasser Arafat, ha prometido declarar el Estado palestino en septiembre, lo que, en ausencia de un marco negociado, podría provocar un enfrentamiento grave y potencialmente violento. Como mínimo, los israelíes y palestinos deben alcanzar un acuerdo en el que se pueda llegar a declarar pacíficamente el Estado palestino. Esa necesidad, reconocida por ambas partes, crea la fuerte tentación de diferir otros temas difíciles, como Jerusalén y sus fronteras. (...)

Las fases transitorias del proceso de paz han sido extremadamente valiosas, pero ese valor se está desvaneciendo. Los israelíes desean saber si, por fin, van a obtener una auténtica paz a cambio de los territorios a las que renuncian. Los palestinos desean conocer los parámetros exactos del Estado que obtendrán. (...) Aunque ni Barak ni Arafat están en la situación política ideal para llegar a un acuerdo, ningún líder está jamás en una posición ideal para llegar a acuerdos de los que se deriven concesiones que afecten a las aspiraciones nacionales. Sin embargo, eso es precisamente lo que exigirá a ambas partes un acuerdo... si es que finalmente se produce.

Washington, 18 de julio