Celera Genomics anuncia que inicia la carrera del proteoma humano
La empresa de Craig Venter utilizará aparatos de nueva generación
Celera Genomics, la empresa estadounidense que el mes pasado anunció la lectura completa del genoma humano, está a punto de entrar en una nueva carrera científica y comercial por el siguiente hito en la biología de nuestra especie: la descripción del proteoma, es decir, del conjunto de las proteínas que forman y ejecutan todas las funciones del cuerpo humano. Fiel a su estilo, Celera abordará este reto a base de fuerza tecnológica.
El presidente de Celera Genomics, el polémico investigador y empresario Craig Venter, hizo este anuncio en Birmingham (Reino Unido), donde intervino en una reunión científica, según informa Reuters. La iniciativa supone una nueva inversión multimillonaria para Celera, filial de la multinacional PE Corporation, que aún no ha amortizado sus fuertes inversiones en el genoma humano. La inyección de capital de PE Corporation en Celera se aproxima a los mil millones de dólares (178.000 millones de pesetas), según manifestó Venter en la Casa Blanca el mes pasado.La información del genoma en crudo -la secuencia precisa de los 3.120 millones de letras químicas que componen el ADN humano- tiene un enorme valor científico, pero una moderada perspectiva de rentabilización comercial. Venter aseguró ayer en Birmingham que ya había recuperado unos 200 millones de dólares (36.000 millones de pesetas) gracias a las suscripciones de seis multinacionales farmacéuticas y un número indefinido de universidades e instituciones académicas, que pagan por utilizar los datos genómicos de Celera en condiciones óptimas. Pero Venter señaló a continuación: "Una gran parte del negocio consiste en el suministro directo de información, pero no estoy satisfecho sólo con hacer eso".
La explotación, tanto científica como comercial, de los datos del genoma requiere averiguar para qué vale cada gen. En la era pregenómica (es decir, hasta el mes pasado), ésta era una tarea titánica, pero varios grupos científicos de vanguardia llevan algún tiempo diseñando estrategias para abordar el problema de forma global y acelerada. Venter ha decidido ahora entrar en esa nueva carrera, la del proteoma.
Las 'nanomáquinas'
Los 3.120 millones de bases (letras químicas) del genoma humano están divididos en varias decenas de miles de genes, o unidades de sentido. Cada gen contiene la información para fabricar una proteína distinta. Y cada proteína es una nanomáquina especializada en una tarea vital para la célula viva: quemar un azúcar para obtener energía, provocar la contracción de un músculo, sintetizar un componente de la estructura de la célula, etcétera. La inmensa mayoría de las enfermedades se debe al funcionamiento incorrecto de una o más proteínas.Saber para qué vale un gen, por tanto, requiere saber qué hace la proteína codificada por ese gen. Hasta ahora, cada proteína debía estudiarse aisladamente, y llevaba varios años averiguar algo sobre su función. Con la información del genoma en la mano, sin embargo, los científicos esperan encontrar algún atajo para obtener información rápida sobre las decenas de miles de proteínas distintas que contiene una persona. Este análisis global y simultáneo del conjunto de proteínas es lo que se denomina proteómica, por analogía con la genómica, que es el análisis global y simultáneo de los genes de una especie.
El éxito de Venter con el genoma se debió en gran medida a la arrasadora batería de aparatos de última generación para secuenciar (leer) genes que aportó a su proyecto la empresa matriz, PE Corporation. El científico quiere repetir la estrategia con el proteoma, y se dispone a realizar una fuerte inversión en una nueva generación de unas máquinas ya existentes (llamadas espectrómetros de masas) útiles para determinar la estructura de las proteínas. Los inicios de la proteómica serán duros porque requerirán, en muchos casos, analizar cada proteína desde cero, pero la obtención de datos irá luego acelerándose de forma sinérgica.
La razón es que las proteínas tienen una composición modular, y muchos de esos módulos aparecen repetidos en muchas proteínas, al igual que las ruedas dentadas y los cigüeñales aparecen repetidos en muchas máquinas distintas. Lo que se aprenda sobre un módulo de una proteína podrá, por tanto, aplicarse inmediatamente a muchas otras.
Venter también anunció que habrá completado la secuencia del ratón en diciembre. Las comparaciones entre el genoma humano y el del ratón serán también muy útiles para averiguar la función de los genes humanos.
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