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El Rey aboga por aunar esfuerzos para erradicar el cultivo ilegal de coca

Jorge Marirrodriga

La lucha contra la corrupción y el narcotráfico fueron destacadas ayer por el rey Juan Carlos ante una sesión extraordinaria conjunta del Congreso y el Senado bolivianos en el tercer día de visita oficial a este país. Don Juan Carlos recordó además, precisamente en el aniversario del sangriento golpe de Estado que en 1981 perpetró el general boliviano García Mesa, que "la democracia es el único sistema legítimo de organización social", y añadió que los derechos humanos deben de ser respetados por todos los poderes públicos.

Al abordar el problema del narcotráfico, al que calificó de "lacra", don Juan Carlos reconoció que la responsabilidad en la erradicación y búsqueda de alternativas al cultivo ilegal de hoja de coca no es sólo de Bolivia, sino que debe ser "compartida" por el resto de los países. Bolivia tiene un mercado interno de consumo de hoja de coca que se utiliza principalmente como una hierba medicinal más. Sin embargo, los excedentes de esta producción son adquiridos por los narcotraficantes para la elaboración de cocaína. Los narcos pagan a los campesinos unos precios irrisorios por la materia prima para la fabricación de la droga, con lo que multiplican los beneficios de su distribución y venta en todo el mundo. En este sentido, don Juan Carlos elogió ayer el Plan Dignidad, puesto en marcha por el Gobierno boliviano para incentivar a los agricultores a que, voluntariamente, dejen de cultivar hoja de coca. Asimismo, don Juan Carlos manifestó el compromiso de España a ayudar en este objetivo. El Rey subrayó, ante los parlamentarios de un Estado donde se están produciendo privatizaciones masivas en sectores estratégicos para su economía, que los valores democráticos exigen un alto nivel de "exigencia, vigilancia y responsabilidad".

Don Juan Carlos indicó que el mejor camino para que un país progrese es que todos los sectores de la sociedad elijan la vía del diálogo y la concertación. "En España tenemos la experiencia de que conseguir acuerdos básicos es un camino seguro", afirmó el monarca quien felicitó a continuación a Bolivia, un país de larga tradición golpista, por haber optado por el consenso y el entendimiento.

La apertura al exterior y la integración en los mercados regionales fueron los ingredientes de la receta para la consolidación del progreso y el desarrollo que don Juan Carlos propuso ayer ante el Parlamento boliviano. Como muestra de la integración, el Rey citó al libertador americano, Simón Bolívar, quien se rebeló contra la Corona española, y afirmó que "una sola debe ser la patria de todos los americanos".

Antes de la sesión conjunta de las Cámaras, los Reyes habían asistido a un encuentro con las colectividades españolas presentes en Bolivia, donde oficialmente residen 2.590 españoles y cerca de medio centenar son transeúntes. Allí el Rey destacó la labor de los españoles, religiosos y cooperantes, comprometidos con el desarrollo del país. El monarca alabó también la labor de la Casa de España en La Paz, abierta en 1934.

Homenaje a Murillo

A primera hora de la mañana los Reyes rindieron un homenaje a Pedro Domingo Murillo, quien en 1809 hizo el primer llamamiento ("El grito") a los bolivianos a rebelarse contra la dominación española. Posteriormente los Reyes recibieron las llaves de oro de la ciudad de La Paz, donde elogiaron el desarrollo alcanzado por la capital boliviana, que en la actualidad cuenta con algo más de un millón de habitantes.Después, los Reyes se reunieron con el presidente de Bolivia, el ex general golpista Hugo Banzer, con quien ya habían compartido el pasado domingo una cena privada en la residencia presidencial del mandatario boliviano. En la cita estuvieron acompañados por los ministros de Relaciones Exteriores de España y Bolivia, Josep Piqué y Javier Murillo de la Rocha, respectivamente. Al inicio de la entrevista entre Bánzer y el Rey tuvo lugar el acto de imposición del collar de Isabel la Católica y la cruz de la misma orden al presidente Bánzer y a su esposa, Yolanda Prada.

Tras el discurso ante el Parlamento boliviano, los Reyes tenían previsto (en la madrugada de hoy, hora española) un encuentro con dirigentes de diversos partidos bolivianos, entre otros con el ex presidente Jaime Paz Zamora, líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), que gobernó el país entre 1989 y 1993, y cuyo apoyo permitió el acceso al poder del actual presidente, Hugo Bánzer. Éste obtuvo el respaldo de las urnas en las elecciones de 1997 encabezando el partido de Acción Democrática Nacionalista (ADN). El MIR y la ADN, antiguos adversarios, forman en la actualidad un Gobierno de coalición.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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