Pamplona busca fórmulas para limitar la masiva participación en los encierros los fines de semana
El Ayuntamiento lamenta la suciedad, la masificación y la violencia durante San Fermín
La creciente suciedad de la fiesta, con 954.740 kilos de basuras recogidos, el acoso de los violentos y la rampante masificación de los encierros durante el fin de semana constituyen los tres principales puntos de preocupación del Ayuntamiento de Pamplona en su balance de los sanfermines de 2000. Yolanda Barcina, alcaldesa de la ciudad, realizó ayer un extenso repaso al desarrollo de las fiestas y destacó que el núcleo de los sanfermines del tercer milenio conservan el atractivo originario, pero se ven afectados por la alarmante suciedad de las calles y la actitud incívica de muchas personas.
A pesar de haber reforzado espectacularmente los equipos de limpieza, determinados espacios céntricos han sido un permanente foco de suciedad y malos olores difíciles de evitar. Además, la basura esparcida en las calles ha crecido un 15% en relación a 1999. La alcaldesa criticó con dureza a los concejales de EH (segunda fuerza municipal de Pamplona) a los que acusó de querer "imponer" la presencia de la ikurriña en la fachada del Ayuntamiento "en una actitud intolerante y antidemocrática, con un símbolo rechazado por la mayoría de esta corporación y por la mayoría social de los pamploneses expresada en las últimas elecciones", aseguró Yolanda Barcina. A su vez, el grupo municipal de EH ha presentado una denuncia "por agresiones y coacciones" cuando el día 6 se le impidió "por la fuerza" desplegar una ikurriña.La alcaldesa condenó también los atentados de violencia callejera perpetrados durante San Fermín contra el domicilio particular del diputado navarro José Cruz Pérez Lapazarán y una sucursal bancaria.
La tercera de las preocupaciones municipales es la masificación de los encierros los fines de semana. Este año la acumulación corredores fue más atosigante y peligrosa que nunca y Barcina reconoció ayer que el consistorio debe hablar con expertos de este acto festivo, sin duda alguna la columna vertebral de los sanfermines, para intentar encontrar una solución consensuada que permita rebajar la presencia de personas en el tramo del encierro los sábados y los domingos.
El Ayuntamiento está satisfecho del grado de cumplimiento del programa festivo y de sus actos culturales, de la eficacia de los equipos de actuación policial, sanitaria, informativa y de limpieza, y de la dignificación del acto que abre las fiestas, el txupinazo, en el que este año faltaron 800 docenas de huevos requisadas por la Policía Municipal a los jóvenes que acudían al mismo. No obstante, Barcina insistió en que la limpieza de las calles sigue constituyendo un grave problema debido al impresionante aluvión de visitantes y al elevado número de personas "que no respetan las más elementales normas mínimas de convivencia de una sociedad civilizada".
El balance de incidentes de las fiestas recoge el fallecimiento de tres personas, una de ellas debido a una caída accidental en la vía pública, otra por una sobredosis de droga y una tercera ahogada en el río Arga.
Los heridos por asta de toro han sido nueve, uno más que en 1999. Pero el número de asistencias sanitarias en los ocho encierros ha bajado en relación al año anterior de 271 a 206.
Los servicios de urgencias del Servicio Navarro de Salud atendieron a 1.672 personas por cuestiones relacionadas directamente con las fiestas. Más de cien personas fueron detenidas por diversos delitos, fundamentalmente tráfico de drogas.
Por otra parte, la Pirotecnia Zaragozana ha sido la galardonada con el primer premio del I Festival Internacional de Fuegos Artificiales, creado este año por el Ayuntamiento y dotado con un millón de pesetas, por la colección quemada el día 14.
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