Médicos brillantes, empleo precario

Tres facultativos internos de un hospital sevillano logran primeros premios nacionales por sus investigaciones

Si fueran futbolistas, ahora estarían los equipos más poderosos de Europa pujando para obtener sus servicios. Pero, como son médicos, es casi seguro que acaben en el paro.Antonio José Jiménez, 30 años, Ángel Camedo Álvarez y María Dolores del Toro, ambos de 29, los tres médicos del hospital Macarena, acaban de recibir sendos galardones nacionales por haber presentado, cada uno por su cuenta, el mejor trabajo de investigación en su especialidad. En el caso de Ángel Camedo, la valoración ha sido curricular y ésta la ha hecho la Sociedad Española de Patología Digestiva. El premio al mejor MIR de España de este año se lo entregó la semana pasada a Canedo la ministra de Sanidad y Consumo, Celia Villalobos.

Con todo, y aun siendo brillantes, si se les pregunta por su futuro, los tres son pesimistas. "Para los médicos que empezamos, tener un trabajo estable es muy difícil", afirman. Y eso que son los mejores; pero ni los premios les garantizarán un empleo. Jiménez y Del Toro, ambos en su cuarto año de MIR (Médicos Internos Residentes), tienen, al menos, otro año de trabajo por delante en el hospital. Pero Camedo sólo dispone de un contrato temporal de 20 días antes de irse al paro. Algo que, indudablemente, le preocupa pero que, "si llegase a ocurrir", le permitiría terminar la tesis que aún tiene a medias y que versa sobre el Virus TT, del que sospecha que "pudiera ser el causante de un tipo de hepatitis C". Así pues, Camedo empleará el millón y medio del premio en sacar adelante esta investigación "y en sobrevivir", afirma.

Antonio José Jiménez concurrió al certamen nacional de su especialidad de Medicina Interna con un trabajo denominado Cefalea y amaurosis fugaz en recurrente obesa de 27 años, que, según sus explicaciones, significa que ha estudiado, hasta hallar la solución, a una paciente "que llegó al hospital con problemas de visión y agudos dolores de cabeza". Al concluir su trabajo, Jiménez diagnosticó acertadamente que la enfermedad de esta mujer se debía "a que consumía demasiadas zanahorias".

Según Jiménez, su caso "probablemente no fue el mejor" pero el plus de entusiasmo que puso "debió de convencer al jurado", asegura. Sea cierto o no, el primer premio -una beca de 100.000 pesetas- le servirán para entusiasmarse con empresas mayores y para ir a ver al Betis, acompañado de su hermano gemelo, del que son seguidores acérrimos desde niños.

Y como Jiménez, Del Toro, la tercera MIR galardonada este año del hospital Macarena, recibió también 100.000 pesetas de beca. Su estudio es aún más complejo y prácticamente ininteligible para los profanos: Aislamiento de Stenotrophomonas maltophilia. Pero lo que Del Toro quiere decir con ese título es que ha estudiado a un microorganismo que vive en los hospitales, que es resistente a los antibióticos y provoca infecciones, principalmente en las vías respiratorias.

Sevillanos los tres -"yo de adopción", dice Del Toro que nació en Villalba del Alcor (Huelva)-, ninguno tiene, sin embargo, antecedentes familiares en la profesión. Asimismo, a los tres les entusiasma la elección que han hecho. "El médico internistas es el médico completo por excelencia", señalan. También los tres se decidieron por los estudios de Medicina durante el bachillerato. La curiosidad por conocer el cuerpo humano y su funcionamiento es lo que les motivó. De momento ninguno se ha arrepentido y valoran, sobre todo, "poder ayudar a la gente a recuperar la salud".