Otra cuestión de salud

Las recientes sentencias de la Audiencia Nacional condenando al Estado a indemnizar a los herederos de dos enfermos que fallecieron a causa de unas dolencias que, pese a su extrema gravedad, les hacían guardar cola sin recibir asistencia sanitaria, puede que sean un punto de partida que ayude a solucionar un problema, cuya respuesta se encuentra en que se haga verdad el derecho del ciudadano a la salud.No es la primera vez que los tribunales se han pronunciado sobre la responsabilidad del Estado y la sanidad no ha sido una excepción. Sí es la primera vez que la respuesta judicial ha tenido esta trascendencia pública. En esta ocasión se debe al hecho de que dos enfermos han hallado la muerte cuando esperaban encontrar la salud, pero también a que los tribunales han responsabilizado al ministerio de un gobierno determinado, que también pudo ser otro.

Sin embargo, esta circunstancia no debe impedir al Gobierno central, y a su ministra de Sanidad, a retrasar su solución, pues la dilación podría significar que la reforma sanitaria, como si se tratara de un enfermo, pasaría a lista de espera hasta que la presión sobre el político de turno escampara. Es una situación que no debe producirse, por lo que la presión social puede servir como medio que evite este riesgo y la salud salga de la cola y encuentre solución.

Una solución que no puede retrasarse y que requiere de una política adecuada que combine el gasto con la responsabilidad de los médicos, que están obligados no sólo a señalar el diagnóstico, sino también a establecer el tiempo máximo de espera sin riesgos relevantes. Exige responsabilidad a quienes diseñan la política.

Tal vez por esta razón, y alguna más, sobren en este camino de soluciones las listas de espera, y una ministra que pretende escurrir su responsabilidad anunciando recursos que no están previstos o que no pueden alterar los fallos judiciales. Estas manifestaciones enmarcan una forma de hacer política que no soluciona, ni repara, los daños que ocasiona. Confiemos que su comportamiento cambie y que no alcancen a esta comunidad, que tiene la obligación de desarrollar una política sanitaria seria y responsable, incluso cuando mueren los pacientes.EUGENIO SUÁREZ PALOMARES