"Fox convenció a todo el mundo de que él era el cambio"
María de las Heras, directora general de Demotecnia, escuchó de todo cuando, el miércoles 21 de junio, publicó en el Dallas Morning News una encuesta en la que el candidato conservador a la presidencia de México, el opositor Vicente Fox, ganaba a Francisco Labastida, del gobernante Partido Revolucionario Institucional por 15.135.000 millones de votos (44%), contra 11.372.000 de su rival (34%). Cuauhtémoc Cárdenas sumaría 5.427.000 sufragios. "Se me vinieron encima con cosas muy desagradables contra mi persona, contra mi familia. Me dijeron 'traidora', 'vendida', 'vendepatrias', hasta que tenía intereses en el sector petrolero". Pero María de las Heras, con 10 años de experiencia en la elaboración de sondeos, dio en la diana: fue la única empresa demoscópica que acertó el número de votos sumados por cada candidato en los históricos resultados electorales del pasado domingo. La última pregunta de su cuestionario fue por la intención del voto. Fox ganó a Labastida por 15.104.164 sufragios (42,7%), contra 12.654.930 (35,7%) y 5.842.589 de Cárdenas, según los datos publicados hasta ayer por el Instituto Federal Electoral (IFE). "Fue la encuesta que más he cuidado", dice. Se difundieron más de 100, además de las internas de los partidos y las inventadas, y la gran mayoría anticipó un virtual empate entre los dos favoritos.
La directora de Demotecnia tiene doble mérito, porque siempre trabajó para el PRI. Fue la coordinadora de encuestas de Luis Donaldo Colosio, asesinado candidato del partido en 1994, y su esposo, César Augusto Santiago, ha sido durante muchos años secretario de Acción Electoral y participó en las elecciones del domingo como uno de sus candidatos al Congreso. Por eso, las llamadas telefónicas, los mensajes anónimos.
Pocos creyeron en las conclusiones del minucioso estudio en los 32 Estados mexicanos y menos se atrevían a publicarlo. "Sí, hubo mucho miedo. Lo que más daban era un 4% de diferencia". Ella se atrevió. "Fue duro, muy duro". Sus conclusiones no eran nuevas. La ejecutiva de Demotecnia había previsto tres escenarios en su libro Uso y abuso de las encuestas, publicado el pasado año. En el primero ganaba el Partido de Acción Nacional (PAN); en el segundo, también, y en el tercero ganaba el PRI, "y yo decía que no se lo iba a creer nadie". "En esta elección", agrega, "lo brillante de la campaña de Fox y de sus asesores fueron dos cosas: una, que convenció a todo el mundo de que él era el cambio, y dos, que le podía ganar al PRI, que era algo impensable que la opinión pública creyera". Todo el voto de castigo contra el PRI, en lugar de partirse en dos, en lugar de dividirse entre Cuauhtémoc Cárdenas y Vicente Fox, se fue para una única opción, el candidato del PAN, que logró penetrar como nadie en el sur en los tradicionales feudos del PRI.
La alta participación -proporcionalmente parecida a la de 1994 de tenerse en cuenta el aumento del padrón-, la definición de los indecisos y la entrada de 13,5 millones de nuevos electores -11,5 de ellos menores de 24 años- fueron factores fundamentales. Y la metodología de María de las Heras determinó su éxito. "En este país, cuando preguntan a uno qué emisora de radio escucha, todos dicen Radio Centro, porque es la única que regala cosas. Si yo toco a la puerta y lo primero que pregunto es: 'Usted ¿por quién vota?'. Pues a lo mejor sí dicen PRI, pues amarran [consiguen] una bicicleta. La gente no sabe por qué estás allí". El método del sondeo fue, pues, otro. "En mi cuestionario, la pregunta sobre a quién iba a votar era la última. Antes de eso, les pregunto por el país, cómo ven al presidente, al gobernador. Le hago pensar en todo lo que yo creo que van a pensar el día de la elección. Y cuando les pregunto a quién van a votar, ya están seguros de que no les voy a regalar nada y se sueltan".
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