La policía detiene a dos personas por otro secuestro de un inmigrante marroquí en Almería

,Una denuncia de inmigrantes marroquíes sobre compatriotas suyos ha destapado un nuevo caso de cautiverio de extranjeros en el barrio almeriense de El Puche. La policía ha detenido a dos personas por el supuesto secuestro de un magrebí que fue liberado durante la operación de ayer. Los agentes sospechan que en la casa había más retenidos, pero que huyeron o siguen cautivos por otros implicados que escaparon. Las fuerzas de seguridad investigan si el caso tiene relación con el registrado en La Cañada de San Urbano, donde el viernes fueron detenidas ocho personas por retener 24 días a Hassan M. para que su familia pagara 294.000 pesetas que le exigían por haberle traído en patera.

Antecedentes

La actuación policial de ayer permitió descubrir, por segunda vez desde el pasado viernes, un caso de secuestro de inmigrantes magrebíes por compatriotas suyos que les reclaman el pago de su traslado ilegal a España. Los agentes sospechan que en la casa de El Puche estaban retenidos más inmigrantes sin documentación, pero que huyeron durante la intervención policial. Los dos casos de secuestro se han producido entre inmigrantes y se investiga posibles conexiones entre uno y otro.Las noticias sobre el primer secuestro y la alarma generada entre los integrantes de la colonia marroquí en el barrio de El Puche motivaron que los familiares de los retenidos acudieran a la policía.

Cuando las fuerzas de seguridad llegaron a la casa donde sospechaban que estaban retenidos los inmigrantes detuvieron a dos hombres y una mujer, la esposa de uno de ellos, que más tarde fue puesta en libertad. Los agentes creen que al menos dos familias marroquíes están implicadas en este segundo secuestro. El móvil del rapto, como en el caso descubierto el pasado viernes, era exigir a los retenidos el pago completo de las cantidades acordadas por su traslado a España.

Fuentes policiales confirmaron que se ha establecido un "control" sobre el inmigrante liberado ayer en el barrio de El Puche para que, al igual que hizo Hassan M., acuda a la citación judicial para ratificar su versión sobre los hechos ocurridos.

Las mismas fuentes, que confirmaron que Hassan M. sufrió malos tratos, matizaron que en este segundo caso de secuestro no hay indicios de agresiones.Para la policía, que descarta relacionar estos hechos con "grupos mafiosos", los secuestros se han producido de manera "puntual" y vienen a constatar las "conexiones" entre inmigrantes residentes en España y compatriotas suyos que viven en Marruecos.

Los dos casos de secuestro entre inmigrantes descubiertos en menos de cuatro días no han sido los únicos ocurridos en la provincia de Almería. Fuentes policiales han confirmado que se produjo otra intervención hace tres meses en El Ejido, donde se tenía conocimiento de un cautiverio similar. Pero poco antes de que comenzara el registro de la casa en la que se hallaba el raptado sus ocupantes se percataron de la presencia policial y lograron huir.Las mismas fuentes han confirmado otra intervención en octubre del año pasado en la barriada nijareña de Campohermoso. La operación también resultó infructuosa. Las fuerzas de seguridad localizaron un cortijo en el que supuestamente se encontraban inmigrantes retenidos contra su voluntad, pero cuando llegaron lo encontraron deshabitados.

A pesar de esos antecedentes, la policía descarta que se trate de secuestros organizados por grupos mafiosos, dado que no hay pruebas en ese sentido.

En otras ocasiones la persecución policial ha tenido como resultado la detención de presuntos extorsionadores. La Guardia Civil desarticuló el pasado mes de mayo una banda que se dedicaba a obtener dinero mediante secuestros. En ese caso fueron detenidas nueve personas, dos de ellas en Vícar y el resto en la localidad murciana de Lorca.

La desarticulación de la banda fue posible por la denuncia de un inmigrante a la Guardia Civil en Roquetas de Mar. En la misma, esa persona relataba que su hermano había sido hecho cautivo y le habían exigido el pago de 140.000 pesetas para su puesta en libertad y la de dos amigos también retenidos. Esos hechos nunca fueron relacionados con el pago de peaje por cruzar el Estrecho.