La ABAO programa una temporada de ocho títulos con idea de "contentar a todo el mundo"

Con motivo de su traslado al palacio de Euskalduna, la ABAO (Asociación Bilbaína de Amigos de la Ópera) asumió el pasado ejercicio el reto de aumentar en casi 500 millones su presupuesto. Quedó fijado en 1.100 y se obtuvo un superávit de dos y medio, por lo que ha decidido mantener esa cantidad de cara a la nueva temporada, que comenzará el próximo mes de septiembre y en la que los aficionados podrán disfrutar con ocho títulos, aunque la demanda de uso del palacio obligará el próximo año a reducir a siete el número de obras representadas.

"La programación de este año se ciñe a los baremos que se ha marcado la ABAO: tres títulos de repertorio, por así decirlo, tres menos conocidos, pero que se han representado en ABAO, y luego dos nuevos. Ésa es la norma. Hay que contentar a todo el mundo, y hay gente que quiere escuchar Rigoletto todos los años, y otra que quiere óperas nuevas, como Der freischütz, también todos los años. Somos una masa social grande y difícil de contentar", aseguró Francisco de Larrakoetxea, presidente de la asociación, en referencia al cartel confeccionado.Para satisfacer a los 7.300 socios y abonados actuales se ha elaborado una programación que se estrenará los próximos 23, 26 y 29 de septiembre con la adaptación que el Teatro Massimo Bellini di Catania ha preparado de Aida, de Verdi. La hija del rey de Etiopía será interpretada por la soprano Galina Gorchakova y su amado Radamés por el tenor Gabriel Sade.

Las siguientes representaciones serán los días 21, 24 y 27 de octubre, cuando el montaje de Las walkirias, de Wagner, del Gran Theatre de Genève ocupe el escenario del palacio de congresos. Allí centrarán la atención, sobre la música de la Orquesta Sinfónica de Szeged (Hungría), el tenor Poul Elming y la soprano Nadine Secunde.

Un mes después, los días 18, 20 y 22 de noviembre, The New Israeli Opera pondrá en escena su adaptación de La Cenerentola, de Rossini, con dirección escénica de Gian-Carlo del Monaco, y la mezzosoprano Petia Petrova y el tenor Standford Olasen en los papeles de Cenicienta y Príncipe Ramiro, respectivamente.

Idomeneo, de Mozart, en coproducción del Teatro de la Zarzuela y del Gran Teatre del Liceu, se escenificará los días 9, 12 y 15 de diciembre. Idomeneo será interpretado por el tenor Kurt Streit e Idamante por la mezzosoprano Susanne Mentzer, dirigidos en esta ocasión por Emilio Sagi.

El primer título que se podrá ver en 2001 (20, 23 y 26 de enero) será Madame Butterfly, de Giacomo Pucinni, en versión del Teatro Regio di Torino y con la soprano Xiu Wei Sun y el tenor Stephen Mark Brown siguiendo las indicaciones de Ripa di Meana.

La segunda coproducción de la nueva temporada, a cargo del Theatre des Champs Elysèes y de la Opera de Lausanne, será Der freischütz, original de Carl María Von Weber. Francisco Negrin se encargará de dirigir a un reparto de ocho cantantes encabezado por las sopranos Miranda Van Kralingen y María José Moreno. Ya en marzo (días 17, 20 y 23) llegará la hora de mostrar al público la nueva producción de la ABAO: Lucrezia Borgia, de Donizetti. La asociación bilbaína ha confiado su dirección a Emilio Sagi y el protagonismo vocal, como duquesa de Ferrara, a la soprano Ana María Sánchez.

El telón de la temporada caerá con Lucia di Lammermoor, también de Donizetti, en producción del Theatre du Capitole de Toulouse. En este caso, el papel de la hermana de lord Enrique Asthon lo interpreta la soprano Maureen O'Flynn, y el de su amado sir Edgardo de Ravenswood el tenor Aquiles Machado.

Igual que durante el pasado ejercicio, la ABAO pretende cubrir todos sus gastos con 1.100 millones de pesetas. Las partidas más importantes corresponden a la remuneración de cantantes y solistas (250 millones), gastos de escena y decoración (204 millones) y teatro (144 millones). Por su parte, las orquestas (la Sinfónica de Euskadi en Lucrezia Borgia, Idomeneo y Aida, la de Szeged en Las walkirias y la de Bilbao en las otras cuatro obras) absorben 102 millones.

El dinero necesario lo aporta la masa social, que cubre en la actualidad el 50% del presupuesto de la entidad, quedando el 30% y el 20% restantes en manos de instituciones públicas y de entidades privadas, respectivamente. Así se reparte el desembolso necesario para disfrutar del "género más caro, no en vano es todo: teatro, ballet, canto,... Es el gran espectáculo", dijo Larrakoetxea.