_
_
_
_

Nuestra Europa

Hay momentos en los que Europa tiene que cambiar de registro, abandonando la compleja gestión de los asuntos corrientes y el enérgico voluntarismo con el que paso a paso se construye el edificio, atreviéndose a mirar más allá. Ante la falta de tales audacias, Europa se debilita. Jacques Chirac lo ha sentido, y ha pronunciado un discurso de relanzamiento europeo en el antiguo Reichstag. (...) Igual que Jospin, Chirac pertenece a la escuela pragmática que desconfía de las grandes palabras (...), y para la cual Europa no es un ideal sino la suma de intereses comunes. (...) Pero mientras el Gobierno (...) eludía las cuestiones que dividen respecto al futuro de Europa, el presidente se lanza. (...) Chirac responde a una espera apremiante de los alemanes. Prudente, inseguro sobre cuál podía ser la reacción francesa, el Gobierno alemán ha dado (...) una respuesta que sin duda va más allá de lo que esperaba. (...) De golpe, se vuelve a formar el motor franco-alemán (...) El ejercicio es arriesgado, dado que en el fondo de lo que se trata es de atreverse a abordar dos temas que dan miedo, porque parecen comportar contradicciones irreconciliables: la posible disolución de Europa por sucesivas ampliaciones o la posible disolución de los estados por una integración excesiva. El presidente indica la vía por la que, según él, se puede resolver esta dialéctica. Es la construcción de la Europa por los Gobiernos y no por Bruselas. Es una vía que también cuida el debate democrático para que cada uno pueda apropiarse de Europa. (...)París, 28 de junio

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_