Los distribuidores de cine en español aspiran a abrir salas en EE UU
Se clausura en Madrid el I Foro Audiovisual
Abrir mercados y aprovechar la oportunidad de negocio que representa la gran minoría hispana de Estados Unidos (unos 33 millones de personas). Ésa es la aspiración de los distribuidores de cine latino que se reunieron ayer en Madrid, durante la tercera y última jornada del I Foro Iberoamericano Audiovisual. La vía para lograrlo, se dijo, es entrar en el mundo de la exhibición, crear una red de salas que se dedique al cine independiente en español. El foro se clausuró ayer por la tarde con una visita al presidente Aznar.
La jornada estuvo marcada por la intervención, a medias jocosa, extravagante y apasionada, de Antonio Llorens, consejero delegado de Lauren Filmes, que, ateniéndose a su manera al tema propuesto en la mesa redonda -Distribución: el secreto del éxito-, declaró que las películas deben hacernos soñar, llorar, reír. Luego contó su secreto para descubrir una película con posibilidades: "Cuando lloro viéndola es un éxito seguro. El público es más frágil que yo, que soy más rebuscado; es muy sencillo, sólo necesita emociones. Luego viene el boca a boca y ya está". Llorens dijo también que los distribuidores deben educar al público, que los políticos y las televisiones tienen que ayudar mucho más al cine ("los políticos no sueñan ni van al cine, y así nos va") y que es muy importante que los medios de comunicación colaboren también, sobre todo ahora que "las revistas han cambiado a las estrellas de cine por financieros". Llorens acabó pidiendo unidad y agresividad para conquistar el mercado norteamericano a través de una red de complejos de cines que exhiban productos iberoamericanos. "Porque", concluyó entre aplausos, "en España todavía no ha acabado la película Bienvenido, Mr. Marshall".
Otras fórmulas
Junto a él estuvieron en la mesa Genaro Rionda (de Ceo LapTV, Estados Unidos), que recordó que el cine latino sigue teniendo un espíritu de experimentación y poca visión comercial; Luis Villanueva (venezolano, de Venevisión Internacional), quien resaltó el aumento de posibilidades que ofrece la expansión del español, y el brasileño Donald Ranvaud, director de Wild Bunch, una nueva división de Canal + Francia dedicada a distribuir y coproducir cine independiente.
Ranvaud explicó que, tras el éxito logrado por su empresa en Cannes (con un paquete de seis películas, la mayoría orientales), está en marcha un Wild Bunch iberoamericano en el que colabora la productora de Walter Salles, autor de Estación Central do Brasil. Según Ranvaud, la fórmula para distribuir con éxito el cine independiente estriba en "pagar al contado, hacer contratos de colaboración a largo plazo, lograr exhibir las películas en Estados Unidos, diseñar estrategias de promoción en Internet y diversificar los distribuidores".
También tomó la palabra el moderador, Enrique González Macho, fundador de Alta Films y la cadena de cines Renoir, que tildó de rácana la actitud histórica de las televisiones y los Gobiernos españoles hacia el cine independiente, y propuso recordarle al presidente Aznar que debe poner orden en su casa y lograr que las televisiones reinviertan "algo más de lo que reciben" en cine latinoamericano: "No estoy pidiendo un papá Estado, pero es su obligación moral perder el miedo a que la gente cuente cómo son los países que ellos gobiernan impulsando las empresas que permiten que las obras circulen". En el debate posterior, el argentino Fernando Solanas reclamó políticas y legislaciones que "favorezcan el desarrollo equilibrado de las cinematografías locales".
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