Un estudio prevé que las pensiones tengan déficit a partir de 2022

Un grupo de expertos asegura que la Seguridad Social empezará a generar déficit en 2015, y para compensarlo recurrirá al fondo de reserva de las pensiones. En 2022 habrá agotado ese fondo y tendrá un agujero del 0,63% del PIB, que llegará al 6,15% en 2050, según un estudio de la Fundación Fedea encargado por La Caixa, donde se propone un sistema de pensiones privado y obligatorio. El ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, dijo que hacer previsiones a 50 años es algo "escatológico" y supone "tirar una boina al aire".

El estudio ha sido realizado por José Antonio Herce y Javier Meseguer por encargo de la Caixa. Su principal conclusión es que el sistema público de pensiones contributivas tendrá superávit hasta el año 2015 y hasta esa fecha acumulará un fondo de reserva que puede llegar a representar el 3,7% del producto interior bruto (PIB) de ese año.Los problemas, a su juicio, comenzarán en 2020, momento en que se agotará ese fondo de reserva, y alcanzarán una enorme magnitud en 2050. Sus estimaciones indican que se debe cambiar la actual legislación, porque dentro de 50 años habrá tan sólo un cotizante por cada pensionista y el agujero llegará al 6,15% del PIB del momento.

Esos datos modifican sus conclusiones anteriores. Los autores del estudio reconocen que las previsiones que realizaron en 1995 "han fallado", porque estimaron mal el crecimiento del empleo y las proyecciones demográficas, e incluso señalan que las estimaciones hechas ahora volverán a fallar "con toda seguridad". Hace cinco años, aseguraban que los problemas comenzarían poco después de 2005, con un déficit sustantivo en 2010 que llegaría al 1% del PIB.

Ayer, en la presentación del nuevo estudio, Herce aseguró que "subsisten los peores temores que teníamos" sobre los problemas del futuro del sistema público de pensiones. También mantienen la recomendación que defienden hace años: pasar del sistema de reparto (las pensiones se pagan cada año con las cotizaciones de los activos del momento) a uno de capitalización (la pensión futura individual de cada trabajador se conforma con sus propias aportaciones). Su petición es que "se generalice el sistema de capitalización privado y obligatorio", y que coexista con uno público que garantice prestaciones mínimas.

En cuanto al coste de la transición de un modelo a otro, los expertos afirman que hay que modular "con cuidado" el ritmo en el que los trabajadores empiezan a cotizar al sistema de capitalización, hasta llegar a unas aportaciones de alrededor del 10% del salario en 2050.

Si no se hace esa reforma radical, vaticinan que el equilibrio financiero de la Seguridad Social sólo se logrará con un recorte de las pensiones del 46% en el año 2050 o con una subida de las cotizaciones del 85%.

La situación no la ven mejor incluso teniendo en cuenta la entrada de inmigrantes, que debería elevarse hasta 12 millones de personas en 2050 para neutralizar los efectos de la baja demografía en la población española. Con una cifra más realista, una entrada de 200.000 inmigrantes por año, no se resolvería el agujero, que sitúan en el 4,5% del PIB.