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EUROCOPA 2000La selección

"Yo juego para mi gente"

Guardiola, elegido mejor jugador del partido, dice que no está para revanchas y para críticas

Nadie parecía más feliz ayer que Guardiola, cuyo juego brillante se vio recompensado con el premio de mejor jugador del partido, que le entregó Emilio Butragueño en nombre de la UEFA. Había pasado un mal trago desde la derrota ante Noruega y, sobre todo, tras el mal partido contra Eslovenia. Incluso ayer, en el mismo estadio Jan Breydel, hubo un buen rato en que ya se vio viajando de regreso a Barcelona. "Me veía en el autobús, de regreso a Tegelen, cargado de tristeza, con un ambiente desagradable, pensando en lo que nos esperaba", relató el medio centro de la selección. "Incluso me decía: 'verás mañana a la hora de levantarse", prosiguió. "Era un sentimiento de angustia. Y entonces, cuando llegó el gol de Alfonso, sólo me salió un grito que repetía una y otra vez: a cuartos, a cuartos, a cuartos de final"."No estamos ni más arriba ni más abajo", reflexionó acto seguido, "sino en el peldaño de siempre, así que para hacer algo necesitamos seguir ganando". El sentido de equipo se impuso sobre el personal. "No estoy aquí para revanchas, para contrariarme por las críticas ni para asuntos de este tipo", expuso. "Yo juego para mi gente, para mis compañeros y para mi entrenador, que siempre me ha defendido, especialmente en los momentos más delicados y difíciles para mi". Camacho recogió el guante y le respondió: "Los grandes futbolistas siempre han sido cuestionados, y Guardiola ha tenido hoy la oportunidad de responder en el campo".

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Quizá por conocido, el conflicto no le ha superado. Ya le ocurrió lo mismo en el Barça, donde esta temporada se le culpó de que el equipo no andara a mitad de temporada, como si él fuera un velocista, sin reparar en que el asunto competía a más gente. Pensó que la selección le vendría bien para reencontrarse y resulta que a las primeras de cambio se encuentra con el mismo lío. Tiene tal personalidad, sin embargo, que supera cualquier adversidad.

No tiene otra máxima que la de alcanzar el triunfo a partir del buen juego, así que no le extrañó que ayer España venciera. "En un torneo siempre se necesita suerte, pero entiendo que durante el partido hemos provocado muchas ocasiones de gol, y merecíamos el triunfo que se nos dio al final", confesó. "La verdad es que necesitábamos un triunfo reparador, porque tras perder con Noruega no sabíamos cual era nuestro papel en el torneo, si de favoritos o marginal".

Guardiola fue el último jugador que abandonó la cancha, deseoso como estaba por saborear un éxito que provocó incluso una taquicardia en el presidente de la federación española. Un rato después de finalizar el choque, Ángel María Villar paseó por el campo durante un rato, bajo la mirada del fisioterapeuta Senén Cortegoso, tocándose el corazón por el impacto de un triunfo que coloca a la selección entre los ocho mejores equipos. Ahora es cuando se decidirá si da el salto de calidad o si, como las anteriores, continúa presa de la fatalidad de los cuartos.

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