El festival Cinema Jove repasa la filmografía de Tim Burton y debate sobre la competencia entre actores

En su 15ª edición, que se celebra del 17 al 24 de junio en Valencia, Cinema Jove sigue apostando por el proyecto más que por la realidad, al primar en su programación las iniciativas de cineastas menores de 35 años; 74 cortos y 8 largometrajes compiten por los galardones que otorga este año el certamen valenciano. Junto a ellos, la organización ha programado diferentes secciones, orientadas igualmente hacia un público que todavía no ha superado la treintena, entre las que destacan la dedicada a repasar la filmografía de Tim Burton, la que recupera los clásicos de terror de la productora británica Hammer Films y el homenaje al productor húngaro George Pal.Pero los verdaderos protagonistas siguen siendo los profesionales que han cumplido 20 años, instalados en el pedestal del estrellato cinematográfico. Uno de ellos, el madrileño Fernando Ramallo, al que Cinema Jove le ha concedido el premio Un Futuro de Cine en la edición de este año, ejemplifica esa nueva generación de actores que ha irrumpido con fuerza en el panorama nacional. Ayer, en la mesa redonda organizada por el festival para debatir el futuro de los nuevos actores, y en la que participaron también las actrices María Esteve y Laura Ramos, Ramallo mostraba su miedo "por la cantidad de gente joven que hay trabajando en el cine". María Esteve reafirmó las palabras de su compañero al señalar que "es muy difícil arrancar, llegar a Madrid y comenzar a presentarte a casting, porque luego ves a compañeros tuyos que son actores impresionantes y no llegan nunca a trabajar".

Aunque la organización no ha facilitado datos oficiales sobre el número de espectadores, las proyecciones de las diferentes secciones han registrado una notable asistencia de público. Valencia es una ciudad con fama de cinéfila y el atractivo de los ciclos y la oportunidad de asistir a proyecciones al aire libre en las sesiones nocturnas de los jardines de Viveros ha arrastrado al público. Además, las dos secciones a concurso, largometrajes y cortos, han comenzado con fuerza. Mientras los cortometrajes han dejado la marca de la irregularidad en sus propuestas, en la sección oficial de largometrajes se han apreciado esbozos de buen cine. Así, junto a una decepcionante, y simplemente correcta, actualización de El idiota de Dostoievski (Návrat idiota, de Sasa Gedeon), se ha podido ver una pequeña muestra del joven cine alemán, en Absolute Giganten. Dirigido por Sebastian Schipper y producido por el nuevo fenómeno del cine germánico, Tom Tykwer, realizador de Corre, Lola, corre, el filme sigue los pasos de la cinta de Tykwer tanto en lo bueno como en lo malo, es decir, plantea una historia interesante, con un envoltorio atractivo, pero peca de excesivo esquematismo en la definición de sus excéntricos personajes.