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La Pedrera exhibe los aspectos más críticos y punzantes de los grabados de Francisco de Goya

Francisco de Goya (1746-1828), un clásico que todavía puede servir de referencia a la modernidad, es fuente de nuevos estudios. Su última lectura es la exposición producida por la Fundació Caixa Catalunya Goya. Personajes y rostros, que ayer se inauguró en La Pedrera, donde podrá visitarse hasta el 17 de septiembre. La exhibición se compone de 108 grabados de primera edición de las series Caprichos, Desastres de la guerra, Tauromaquia y Disparates. La exposición focaliza los rostros y personajes realizados por Goya para extraer su verdadera intención de denuncia, dolor, indignación y perplejidad que produjeron en el artista aragonés muchos de los acontecimientos de su época.

Los grabados de Goya. Personajes y rostros proceden de Calcografía Nacional, cuyo director, Juan Carrete, es el comisario de la exposición. "Llevo más de 20 años contemplando diariamente, por obligación, las obras de Goya, pero es curioso comprobar como aún no han dejado ni un día de sorprenderme. Siempre descubro un nuevo aspecto", explicó ayer Carrete en el acto de presentación de la muestra. Esta constante observación, llevó al comisario de la exposición a descubrir que los rostros y los personajes de sus obras sacados de su contexto encerraban toda la expresión de lo que es el comportamiento humano. Ayer, mientras observaba y comentaba de cerca uno de los grabados de la exposición perteneciente a la serie Desastres de la guerra, Carrete confirmaba su tesis mostrando uno de los grabados que representa la actuación sangrienta de un militar. "Si centramos la atención en el rostro del militar podremos comprobar que su cara es la de un animal". En opinión de Carrete, Goya fue un artista que tomó partido en los temas que trató. "A diferencia de las estampas de la época, que trataban el tema militar como una forma de exaltación patriótica, Goya se mostraba en contra de la guerra. En ningún caso, un militar era un héroe". Ni siquiera llegó a publicar en vida alguna de las series porque al terminarlas se daba cuenta de que eran demasiado fuertes para comercializarlas. La exposición tiene carácter temático y en ella se alternan grabados de las distintas series junto a grandes paneles que reproducen aspectos parciales de las estampas que ilustran el concepto de la exposición. Los cuatro temas principales que articulan el discurso son: El ejercicio del poder y estructura social, La mujer como personaje, Violencia y muerte y Personajes grotescos. En el primer apartado, Goya, desde su visión de hombre ilustrado, lanza sus dardos contra la rancia aristocracia, los militares y el clero. De la nobleza, ironiza la falsa vocación cultural de sus integrantes y el carácter hereditario de sus supuestos méritos. En el apartado Violencia y muerte, por ejemplo, se incluyen en el mismo saco las ejecuciones a reos y las escenas taurinas. Goya, en la serie Tauromaquia, huyó del folclore y encaró las miradas de muerte lanzadas mutuamente por torero y toro.

Carrete opina que estos grabados representan el tipo de trabajo más libre de Goya. "Las estampas de Goya no fueron ningún encargo, con estos grabados alcanzó su máxima cota de libertad, porque a diferencia de los cuadros, que eran encargos que le realizaban, de estas obras no tenía que responder ante nadie".

La exposición tendrá unas actividades complementarias que se celebrarán en el Auditorio del Centro Cultural Caixa de Catalunya, situado en La Pedrera y que en conjunto, y sus responsables calculan que habrán pasado a finales de año unos dos millones de visitantes. Las exposiciones en La Pedrera son de entrada gratuita.

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