Pluriempleo de taxista y manicura
La situación de los maestros y de los profesores no universitarios en Brasil es muy grave. Los sueldos medios de un maestro están alrededor de las 30.000 pesetas mensuales, el doble del salario base, que es de 15.000 pesetas. La media de salario de los profesores de enseñanza media es de 60.000 pesetas. Si consiguen dar 24 horas de clase semanales -como le ocurre, por ejemplo, a Angelo de Camillo, un profesor de matemáticas de 44 años- pueden llegar a ganar hasta 80.000 pesetas al mes.
Esto obliga a De Camillo a enseñar de noche y a trabajar de día en una fábrica de comprensores de aire, donde gana tres veces más que dando clases. Él, como muchos otros, sueña con vivir sólo de la enseñanza.
En realidad no existe hoy maestro o profesor en Brasil que pueda vivir sólo de su sueldo y se ven obligados a compatibilizar el trabajo de docente con otra actividad. La excepción son los profesores de idiomas, si consiguen dar clases particulares a empresarios.
Se ha hecho célebre el profesor de portugués de São Paulo Wilton Guedes da Fonseca, de 51 años, que alterna sus clases de literatura con la conducción de un taxi.
Los clientes que viajan en su taxi son unos privilegiados: el profesor lleva en él un montón de obras de Machado, Asís, Proust, Jorge Amado y Borges para deleite de su público.
Otro caso es el de Luciene de Oliveira, de 35 años, una maestra de una escuela municipal de Río de Janeiro, en la que gana alrededor de 40.000 pesetas mensuales. Completa sus ganancias para poder llegar a fin de mes haciendo la manicura y pedicura a domicilio, trabajo por el que cobra 1.000 pesetas por sesión.
