Protagonista el ritmo

Esta Factoría del Flamenco está formada por gente muy joven, alrededor de 20 años la media de edad de sus miembros. Hay que pensar que el espectáculo, Cañaveral, lo idearon también pensando en un público joven.Por lo menos esto indica lo que vimos en escena. Hay una orquesta con dos guitarras, violín, saxos, percusiones, chelo, teclados..., y la música que hacen es predominantemente rítmica: hasta le ponen ritmo a estilos que tradicionalmente se cantan a palo seco, como el martinete y la toná. Excelentes solos del saxo Paco Márquez, del violinista Iván Pérez, y mucho juego para los percusionistas. Alberto Soto, cantaor y alma máter del proyecto, insiste en que realizan un trabajo de fusión moderna, pero sin traicionar las raíces del flamenco.

Y es cierto. Los cantes jondos se mantienen en su integridad, aunque no siempre sean rigurosamente fieles a la ortodoxia. Pero en este sentido se ha hecho un esfuerzo que no es frecuente. Hay baile también, con tres protagonistas. Baile del que ahora domina el flamenco, con mucho alarde de zapateados constantes y larguísimos y mucha rutina aprendida en las academias. De los tres, sólo Raúl Ortega destaca por nivel técnico y algunos apuntes de interés, aunque casi todo lo tengamos visto.

Trabajo colectivo, de buen nivel, digno de atención. Que gente muy joven se entregue a una tarea tan responsable ya es un valor positivo.