Municipios afectados por el temporal acusan de falta de interés al Gobierno catalán
La mayoría de los municipios afectados por el temporal del pasado sábado están molestos porque el Gobierno catalán no ha demostrado hasta ahora excesiva preocupación por su situación. Los alcaldes de estas localidades, situadas principalmente al pie de la montaña de Montserrat, consideran que el Ejecutivo catalán ha actuado de manera lenta y se ha volcado más en el monasterio que en unas poblaciones en las que viven unas 50.000 personas.
Los alcaldes no esconden su indignación por el hecho de que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se trasladara el mismo sábado a Montserrat en helicóptero, igual que el consejero de Interior, Xavier Pomés, y no pisara Collbató, el municipio que recoge toda el agua que baja de la montaña. Los ediles también critican que durante los primeros días no recibieron la visita de ningún consejero de la Generalitat. Igualmente, ningún miembro del Ejecutivo autónomo acudió a los funerales por los dos hermanos de Esparreguera que murieron al hundirse el puente de la N-II."Han demostrado un exceso de preocupación por la Cataluña mística, representada por el monasterio de Montserrat y los monjes; mucha más que por la gente que vive en la falda de la montaña", aseguró ayer el alcalde de Sant Esteve Sesrovires, Joan Galcerán. Y añadió: "Nos parece bien, porque Montserrat es nuestro escaparate, pero lo que ha ocurrido no es ninguna broma cuando se han perdido vidas humanas". Por su parte, el alcalde de Collbató, Xavier Raventós, señaló: "Podemos entender lo que representa Montserrat para Cataluña, pero para las personas a las que ha entrado barro y agua en sus casas y que no han podido volver aún a ellas resulta difícil entender que nadie les haya ido a ver".
Raventós indicó que la impresión generalizada en el municipio es que están "abandonados" a su suerte. Además, a juicio de este alcalde, en los primeros momentos los servicios de emergencia no funcionaron correctamente. Los ediles también consideran que la Generalitat ha actuado con lentitud. Critican, por ejemplo, que la Agencia Catalana del Agua no haya reparado aún los colectores procedentes de las industrias, de manera que los residuos contaminantes discurren por las rieras. Esta actitud contrasta, a juicio del alcalde de Sant Esteve, con la mantenida por el Ministerio de Fomento, "que sí que ha actuado con rapidez en lo que correspondía".
El hundimiento del puente sobre la N-II en Esparreguera comportó que en esta población sí se vislumbraran atenciones por parte de las administraciones. El alcalde, Xavier Sitjà, afirmó que no tenía ninguna queja sobre la actuación de la Generalitat, aunque reconoció que el desplome del puente tuvo mucho que ver: "El asunto del puente y la carretera es un asunto casi de Estado", señaló. Sitjà, en cambio, ve que la reacción hacia la vecina Collbató, "cuya situación es peor", no ha sido la misma.
Lejos de la montaña de Montserrat, en El Vendrell, tampoco tienen quejas. "La reacción de la Generalitat y el Gobierno en los primeros momentos fue correcta e incluso buena", señaló el alcalde, Benet Jané.
Por otra parte, hoy entra en vigor el decreto de la Generalitat para paliar los daños ocasionados por el temporal, aunque no cuantifica el valor total de las actuaciones necesarias, que el Ejecutivo catalán ha evaluado en 11.000 millones de pesetas. Entre otras actuaciones, el plan prevé la concesión de indemnizaciones para las famílias de las cinco víctimas y la adopción de medidas para reparar servicios municipales e infraestructuras viarias e hidráulicas. Asimismo, se otorgarán ayudas para la sustitución de las viviendas afectadas y para la reparación de fábricas y comercios, centros escolares, hospitales y explotaciones agrícolas. Mientras tanto, la carretera N-II vivió ayer un nuevo día de retenciones de tráfico con colas de hasta cuatro kilómetros a la altura de Esparreguera en dirección a Lleida. Esta situación finalizará previsiblemente hoy con la apertura parcial del tramo de carretera afectada por el desprendimiento.
Inquietud en el monasterio
Montserrat ha recibido con inquietud el mensaje de haber capitalizado la mayor atención institucional tras el temporal del pasado sábado que afectó al monasterio, pero también a varios municipios de la zona. Una delegación del Parlament de Catalunya encabezada por su presidente, Joan Rigol, y en la que estaban representados todos los grupos parlamentarios, visitó ayer el monasterio para conocer los daños originados por el temporal.Al acabar la visita, el abad Josep Maria Soler insistió en la voluntad de "manifestar nuestra solidaridad con los municipios próximos que se han visto afectados". Soler afirmó también: "Quizá el nombre de Montserrat, porque se trata de un símbolo, atrae mucho, pero no debemos olvidar que hay otros municipios que también se han visto muy afectados y nosotros tenemos interés en que las instituciones les presten toda la ayuda que necesiten".
El grupo parlamentario tuvo ayer la voluntad expresa de no reducir la visita a Montserrat y, antes de subir al monasterio, Rigol y los diputados estuvieron en la zona afectada por el temporal en Sant Vicenç de Castellet (Bages). Rigol explicó que había visitado un barrio humilde (la Farinera de Sant Vicenç) "que necesita también la ayuda de todo el país".
Los alcaldes de Sant Vicenç, Castellbell i el Vilar, Castellgalí, Monistrol y Marganell explicaron ayer que la primera estimación conjunta de los daños se eleva en esa zona a unos 4.000 millones de pesetas.
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