Zaplana atribuye a su gestión la etapa de mayor estabilidad y crecimiento desde la transición

El 13 de junio del año pasado el PP alcanzó la mayoría absoluta en la Cortes Valencianas. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, aprovechó ayer "una fecha tan señalada" para ofrecer un feliz panorama económico, político y social del momento presente. Según Zaplana, la Comunidad Valenciana "vive la etapa de mayor crecimiento, progreso y estabilidad desde la recuperación de las libertades democráticas". Respecto al tren de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana, el presidente sugirió que "ningún técnico" impondrá un trazado a los políticos implicados.

Zaplana modificó el escenario de la sala de prensa del Palau de la Generalitat para comparecer de pie ante los medios, pero su discurso triunfalista siguió el guión habitual. El presidente recordó vagamente que la "incertidumbre" reinaba en tierras valencianas cuando accedió al poder en 1995, pero la bruma dió paso a una "confianza" refrendada en las urnas hace un año."Los logros evidentes de la legislatura anterior", explicó el presidente, siguen una senda ascendente a tenor de los sondeos de opinión que baraja la Generalitat. El Consell es incluso responsable -"algo tendrá que ver"- de la difícil situación que atraviesan los partidos de la oposición parlamentaria. "Creo no cometer ninguna exageración si afirmó que desde que recuperamos las libertades democráticas vivimos la mayor etapa de crecimiento, progreso y estabilidad en la Comunidad Valenciana", dijo. En paralelo, asumió: "Tampoco es excesivo decir que la Comunidad Valenciana se ha convertido en referente institucional para todo el Estado. Nuestra opinión cuenta en España y en Europa".

Zaplana aderezó sus afirmaciones con una retahíla de indicadores económicos: un crecimiento económico del 4,5% durante el último ejercicio, superior al 4,2% en el conjunto del Estado y dos veces por encima del crecimiento medio de la Unión Europea; el aumento de afiliaciones a la Seguridad Social en 6.551 personas; el ritmo de creación de empresas; el saldo comercial y el volumen de exportaciones, que superan los 2,5 billones de pesetas; o la reducción de la tasa de paro en un 18,2% hasta situar el desempleo en "la tasa más baja de la historia", un 7,7% dos puntos por debajo de la media nacional. El presidente se extendió en detalles sobre el descenso del paro femenino, el juvenil o el de larga duración, y destacó el crecimiento de los nuevos contratos fijos y estables.

Mapa escolar

Dibujada la solvencia del momento económico presente, Zaplana afirmó que la preocupació del Consell es proyectar esa riqueza para garantizar el bienestar social. En el ámbito social, el presidente aprovechó la ocasión para renovar un compromiso recurrente, la culminación del mapa escolar.

Zaplana sumó los presupuestos correspondientes a los cinco últimos años y afirmó sin pestañear que las inversiones en Educación han alcanzado 1,7 billones de pesetas. Para comprometer a continuación la inversión de "más de 100.000 millones de pesetas para terminar todas las infraestructuras que contempla el mapa escolar".

Zaplana sugirió que Hacienda ya ha elaborado los mecanismos para desarrollar esa inversión y comentó que la gestión de las obras sería asumida por el Instituto Valenciano de la Vivienda, pero evitó entrar en mayores precisiones técnicas. Sólo afirmó rotundo que la Comunidad Valenciana será la primera autonomía con todas las competencias de Educación transferidas que cerrará el mapa escolar. Por el momento, según datos de la asamblea anual de padres de alumnos del conjunto del Estado, la Comunidad Valenciana ocupa el último lugar en lo que refiere a la implantación de la LOGSE y la adecuación de centros.

Satisfacción entre comillas

El presidente sólo se permitió expresar "satisfacción entre comillas" en el área de Sanidad a pesar de que los indicadores fueron igualmente felices. Según Zaplana, las listas de espera se han reducido un 76% en los últimos cinco años, el tiempo de espera se ha reducido en un 41% y, sobre todo, "el número de reclamaciones de los usuarios ha descendido un 34%".

La inminente primera piedra de la Ciudad de la Justicia cerró un discurso en el que el presidente olvidó cualquier mención a las negociaciones sobre la composición de la Acadèmia Valenciana de la Llengua o la posible reforma del Estatuto de Autonomía. En ambos ámbitos descargó contra la oposición: "La Comunidad Valenciana no puede estar paralizada sólo porque la oposición está en crisis", afirmó. Zaplana recordó una multitudinaria manifestación celebrada en Valencia hace apenas tres años contra una sentencia del Tribunal Constitucional en materia lingüística y se limitó a comentar que "hoy sería impensable" una concentración de tales características.

Los detalles sobre el futuro trazado del tren de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana también quedaron en el tintero. El presidente reiteró la posición de indefinición que mantiene desde que se empezó a hablar de la nueva infraestructura: "Estamos dónde estábamos". Sí recordó que en las alegaciones a los trazados alternativos planteados por el Ministerio de Fomento la Generalitat expresó una "opción preferente", en ese caso la opción denominada centro, pero admitió que todos los implicados dejaron "márgenes abiertos" a la negociación. Sólo hubo un pronunciamiento claro en torno al futuro tren: "No hay ningún técnico capaz de sustituir la responsabilidad política de tres presidentes autonómicos y el ministro de Fomento".